Aguas de Alicante presentó su Plan Estratégico 2022-2027 en el primer trimestre de este año, una detallada hoja de ruta que guiará su actividad durante los próximos cinco años. Compuesto por un extenso número de acciones, se vertebra entorno a cinco ejes, entre los que destaca la importancia de la telelectura.
Una de las principales claves del éxito del Plan Estratégico en el ámbito de la eficiencia es la búsqueda de robustez de los sistemas de abastecimiento frente a fenómenos climáticos cada vez más frecuentes (sequía e inundaciones), con el objetivo de garantizar la cantidad y calidad de los servicios de abastecimiento. Otra, la búsqueda de la eficiencia y rendimiento de las redes, tanto en sistemas de medición, como en sistemas de distribución, de cara a optimizar cada vez el recurso escaso y valioso que gestionan.
Para lograrlo, una de las principales palancas será continuar con la digitalización del ciclo del agua, un proceso que la compañía recorre desde hace más de veinticinco años, con el uso de herramientas avanzadas y de modelos predictivos que permitan aprovechar toda la información disponible para adelantarse a las incidencias. También, para gestionar el riesgo sanitario vinculado al agua, con la implantación de tecnologías que permitan garantizar su total calidad, gracias a sensores online y a la gestión de los datos.
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Eficiencia en la gestión: telelectura
Junto a nuevas tendencias como el Internet de las Cosas (IoT), la progresiva implantación de la telelectura o lectura en remoto de los contadores de agua de los clientes permite a Aguas de Alicante un gran salto cualitativo en su gestión. Así, en el marco del Plan Estratégico está previsto que en los próximos cinco años se incorpore a la telelectura el 100% de los clientes lo que, junto con la integración de dicha información en la gestión diaria, es uno de los objetivos definidos por esta nueva hoja de ruta.
La implantación de telelectura que Aguas de Alicante lleva acometiendo desde 2011, en el caso de la ciudad de Alicante (205.710 clientes) alcanza ya los 169.090 clientes con contadores de telelectura (dato julio 2022), lo que representa que más de un 82% de clientes disfrutan ya de sus ventajas. Este impulso a la transformación digital del ciclo del agua, esencial para lograr una gestión eficiente, supone un servicio a la ciudadanía y a la Administración mejorado y más amplio, en eficiencias económicas y en la gestión de procesos comerciales y operativos, etc.
Con el objetivo de avanzar, la empresa comunica el día previsto en que el personal operario acudirá a realizar los cambios de contador en una finca, con la posibilidad de poder elegir entre mañana o tarde para poder facilitar el acceso en caso de que contador se encuentre dentro del inmueble, por lo que es esencial que los clientes tengan sus datos de contacto actualizados.
Dentro de los puntos críticos para la compañía se encuentra el de las facturas de importe elevado producido por fugas interiores. Tener la posibilidad de detectarlas, en aquellos casos en que el agua no aflora, implica por parte del usuario tener que controlar periódicamente su contador físico, lo que raras veces se lleva a cabo, o bien, esperar a la toma de lectura del contador para la facturación.
Digitalización y diagnóstico
A ello se suma el hecho de que, con un 46% de contadores en Alicante que se sitúa aún en interior de viviendas, muchas veces la toma de lectura por parte de la compañía no es posible. Gracias a la digitalización, es posible detectar ciertas incidencias sin necesidad de desplazamiento, desde cualquier dispositivo electrónico con conexión a internet.
Además, Aguas de Alicante lleva a cabo comunicaciones a través de SMS, e-mail y/o correo postal a sus clientes con telelectura, avisando del consumo continuado durante al menos 72 horas, con el propósito de que, en caso de que no haya justificación para la misma, revisen su instalación interior en busca de la posible causa (pérdida en cisterna WC, goteo de grifo, problemas con algún aparato de Osmosis o similar, etc.).
La empresa lleva a cabo un diagnóstico de las pérdidas existentes y elabora planes de acción específicos para su reducción, gracias a la sectorización de la red de distribución de agua, al control de los caudales mínimos nocturnos, a la búsqueda activa de fugas, al mantenimiento preventivo de la red, a la gestión eficiente del parque de contadores, o a la búsqueda activa de fraudes, combinadas con un alto nivel de digitalización de la red.
Desde el año 2011 y en este proceso de digitalización de la red, la instalación de telelectura a todos los contadores de los clientes permite hoy la monitorización del rendimiento diario y en continuo de los diferentes sectores hidráulicos en los que se divide la red.