Así es la Llosa, el paraíso hundido de Benidorm que duerme en la isla y que los buceadores pueden visitar

Una de las actividades más recurrentes durante todo el año en Benidorm es el buceo, especialmente en el entorno de la isla. La capital turística tiene un fondo marino rico y que merece la pena visitar, con varias empresas que se encargan de organizar las inmersiones en puntos clave de su litoral.

Una de las visitas estrella es a la denominada Llosa de Benidorm, una montaña hundida cuyo vértice está situado a siete metros de profundidad y que se localiza a unos 300 metros al sur de la isla, con la que guarda un gran parecido en su forma y disposición.

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La Llosa de Benidorm tiene una pronunciada caída en una de sus laderas hasta un fondo de 30 metros, mientras que en la otra cara el aumento de profundidad es más progresivo y suave.

Las dimensiones de la Llosa y los numerosos motivos de interés "permiten varias incursiones submarinas, existiendo hasta tres boyas de fondeo dispuestas para el amarre de embarcaciones", explican desde la Fundación Visit Benidorm.

Itinerario por la Llosa de Benidorm. Visit Benidorm

La cara más al norte, por ejemplo, desciende hasta la plataforma a unos 8 metros por debajo del nivel del mar. "Si seguimos rumbo NE aparece una absorbente caída que, combinada con la estupenda visibilidad que solemos encontrar, nos hará planear hasta un fondo de 29 metros", indican las mismas fuentes.

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Aquí comienza "un rosario de grandes rocas que provocan multitud de contraluces y acogen a una abundante vida de considerable tamaño como doradas, dentones, ordenados cardúmenes de corvinas y de sargos y, más agazapados en innumerables huecos, grandes pulpos y vistosas morenas.

El recorrido, siguiendo el perfil sur de la Llosa que queda a la derecha, consiste en visitar estas colosales rocas, alguna de las cuales es atravesada por un túnel en su base, como la llamada "cueva de la Virgen", en la que se puede ver una imagen de la patrona de Benidorm, la Virgen del Sufragio. 

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Finalmente, y cuando el aire o la acumulación de nitrógeno aconsejen, será necesario aproximarse a la pared de la Llosa. Allí se pueden seguir "unas enormes rasgaduras que podemos tomar de referencia para ir ascendiendo mientras prosiguen los motivos de interés", esta vez "en forma de numerosos y coloridos nudibranquios, hasta llegar nuevamente al punto de inicio".