Un hombre de 33 años ha sido condenado por la Audiencia de Alicante a seis años de prisión por agredir sexualmente a una mujer con la que compartía piso en una calle del centro de la capital alicantina.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada del 19 de agosto de 2019, cuando el compañero sentimental de la víctima, que también convivía en el mismo domicilio, estaba trabajando fuera.
La sentencia, dictada por un tribunal de la Sección Décima, considera probado que el acusado llamó a la puerta de la habitación de la mujer para preguntarle si estaba sola, con la excusa de hablar con ella porque se encontraba triste tras haber mantenido una pelea con su novia.
Después, ambos salieron a la terraza y el procesado le preguntó si quería mantener relaciones sexuales con él allí mismo, a lo que la mujer se negó, recriminándole el comentario.
Cuando los dos volvieron al salón, el ahora condenado agarró a la mujer y comenzó a tocarle los pechos y glúteos, consiguiendo besarla pese a su oposición. Acto seguido, la lanzó sobre el sofá, se quitó los pantalones y comenzó a masturbarse sin dejar que la víctima pudiese levantarse, al tenerla agarrada por el pelo, relata el fallo.
Entonces, según la resolución judicial, el procesado le introdujo el pene en la boca de ella hasta eyacular. La mujer logró zafarse y se refugió en su alcoba hasta que su novio regresó. Al día siguiente, la pareja presentó una denuncia en comisaría.
"Un juego"
El procesado negó los abusos en el momento del juicio y aseguró que el contacto sexual se produjo de forma consentida, después de que ambos se pusieran a jugar al "yo nunca" y que acabaran besándose hasta que se produjo la felación.
No obstante, el tribunal confiere credibilidad a la versión de la mujer, quien relató "de manera serena y seria" que el contacto sexual fue en contra de su voluntad.
El fallo también subraya que la declaración ofrecida por el novio de la víctima, y amigo del procesado, corroboró los hechos, hasta el punto de señalar que, tras mantener una conversación con el procesado, éste le confirmó lo sucedido y se mostró arrepentido al asegurarle que se había equivocado y que se hallaba bebido.
Así, el tribunal resuelve condenar al acusado como autor de un delito de agresión sexual con penetración bucal a la pena de seis años de prisión, a lo que añade una segunda pena de multa de un mes con cuota diaria de seis euros por otro delito leve de lesiones.
También deberá indemnizar a la víctima con 250 euros por las lesiones y con 6.000 euros por el daño moral ocasionado. Contra la sentencia cabe interponer recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).