Unas horas le han bastado al Gobierno capitaneado por Pedro Sánchez para echar por tierra los meses de guiños que el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, lleva haciendo a Alicante. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 no solo mantienen a la provincia como última de España en inversión per cápita, sino que han rebajado un 12 % la cifra global hasta los 160 millones.
No hay nada que salve la comparativa: los alicantinos recibirán el año que viene algo más de 85 euros cada uno en inversiones del Gobierno, la única provincia de España que se encuentra por debajo de los 100 euros pese a ser quinta en población. Y eso pese a que, en el conjunto de la autonomía, sí se incrementan tres puntos la partida presupuestaria de la Comunidad Valenciana, lo que quiere decir que se invertirá más, pero en las otras dos provincias.
[Menos de 86 euros por persona: la inversión del Gobierno en Alicante toca fondo "en el peor momento"]
Pero es que hasta el propio secretario general del PSOE en la provincia de Alicante, Alejandro Soler, puso este viernes el grito en el cielo comparando además la distribución del dinero por provincias: el 75 %, dijo, se lo llevará la provincia de Valencia, e incluso Castellón recibirá más dinero que Alicante con 1,3 millones de habitantes menos (casi 600.000frente a 1,9 millones).
Con estos mimbres, no es de extrañar que buena parte del PSOE valenciano, empezando por el propio Puig, saliese públicamente a desmarcarse de la decisión del Ejecutivo, aunque con ciertos peros. Incluso a intentar utilizarlo en beneficio propio.
En un acto en Castellón, el jefe del Consell aseguró que, aunque en cifras globales los PGE "se acercan bastante" a lo que pide el Estatut (porque se recibe entre el 9 y 10% del montante global), "en las inversiones existe un decalaje con la provincia de Alicante que creo que hay que subsanar".
"Veo que la provincia de Alicante no está suficientemente reflejada en los Presupuestos pero el conjunto de la Comunidad Valenciana tiene lo que demanda el Estatut y se ha acercado a esta reivindicación histórica, que es un hecho legal", manifestó.
["Alicante es la España olvidada", las críticas de la patronal a los presupuestos, un "desastre"]
Para intentar corregir el maltrato a la provincia alicantina, Puig propuso una mejora en el proceso de enmiendas para apoyar aquellas "dirigidas al reequilibrio dentro de la Comunidad". También recordó que en los últimos años la Generalitat ha tratado de atajar estas situaciones con sus propias inversiones "para afrontar la realidad de todas las comarcas", por lo que ha exigido "que el Gobierno de España haga lo mismo".
El 75 %, para Valencia
Mucho más contundente fue Soler, quien criticó la "poca inversión" territorializada y exigió tanto al Gobierno como a la Generalitat medidas para corregir las cuentas estatales. También anunció que solicitará que se distribuya en la provincia de Alicante parte de los fondos que van dirigidos a la de Valencia "con el objetivo de asegurar el desarrollo y progreso" del territorio alicantino y que propondrá a la Generalitat que considere la necesidad de incrementar sus aportaciones para la provincia.
"Alicante es la quinta en población de España y cuenta con un tejido productivo excepcional para todo el país. No nos parece razonable que, del reparto de fondos que el Gobierno de España hace por territorio, nuestra provincia sea la que más perjudicada sale", expuso el también diputado nacional.
[15 años de maltrato presupuestario a Alicante: ¿por qué los gobiernos no invierten en la provincia?]
Según el dirigente socialista, cerca del 75 % de la inversión en la Comunidad "va directamente a la provincia de Valencia e, incluso, la de Castellón recibirá 9 millones de euros más que la de Alicante, cuando ésta cuenta con mayor población".
Para los socialistas alicantinos, "es indignante que se nos trate peor que provincias que tienen menos población y menos aportación económica al conjunto del país".
Soler avanzó que reclamará como secretario provincial al Ejecutivo central mayor inversión "porque es lo que se merece esta provincia, su ciudadanía y los agentes socioeconómicos que trabajan día a día para que España tenga una industria o una agricultura puntera en nuestro país".
También pidió al jefe del Consell "ir de la mano para paliar este agravio y que la provincia de Alicante cuente con los proyectos que necesita, tanto en materia de red viaria y ferroviaria como en proyectos de modernización de la agricultura o de infraestructuras en general".
Compromís lo considera "inadmisible"
Esta brecha abierta en el discurso de Ximo Puig fue aprovechada por la portavoz del Gobierno valenciano, Aitana Mas, de Compromís, quien hizo "una valoración obviamente negativa" del anuncio del Ejecutivo.
En la rueda de prensa posterior al pleno del Consell, celebrado este viernes en la localidad alicantina de Crevillent, la vicepresidenta señaló que el Gobierno valenciano quiere instar a la sociedad civil, a la sociedad organizada y a los diputados de los diferentes partidos a que actúen como "lobby" para "presionar" al Gobierno central y lograr que aumenten las inversiones alicantinas y su ejecución posterior.
Sin embargo, también destacó que en años anteriores las inversiones en Alicante de los presupuestos estatales se equiparaban con su peso poblacional, pero eso "ha dejado de pasar" en las cuentas para 2023.
No es la opinión que tienen los empresarios alicantinos, quienes recuerdan que la provincia arrastra un déficit de más de 3.500 millones de euros desde 2008 en inversiones al no corresponderse las inversiones con la población.
La oposición: "Nos han vuelto a humillar"
Pero sin duda la maniobra del Gobierno ha dado alas a la oposición, desde donde han visto una oportunidad para destacar el "agravio constante" del Ejecutivo con la provincia de Alicante. El presidente del PP de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, aseguró que, con estas cuenta, "Pedro Sánchez ha vuelto a humillar a la Comunidad Valenciana".
"Congela las inversiones en la Comunidad, deja de nuevo a los alicantinos en última posición, menosprecia a los ciudadanos de Castellón y paraliza cualquier opción de avance en la provincia de Valencia", agregó.
A su juicio, el dúo formado por Puig y Sánchez "es letal para los intereses" de esta tierra, y destacó que las inversiones del Gobierno en la Comunidad "no llegan" ni a lo que le corresponde por peso poblacional. "Pero lo peor es que queda demostrado que Puig no pinta nada en Madrid. Este Consell no es capaz de luchar y de reivindicar las inversiones que necesita esta región para seguir siendo competitivos y volver a estar a la vanguardia", lamentó.
En este sentido, afirmó que la Comunidad Valenciana "sale perdiendo porque además de perder peso en las inversiones con respecto al resto de España, no se ha tenido en cuenta la inflación".
Por su parte, la síndica de Ciudadanos en las Cortes Valencianas, Ruth Merino, consideró que Puig es "tan invisible en Madrid como su propuesta fiscal fantasma". "Puig ya no es creíble", opinó, y denunció que "en el borrador de la Ley de Acompañamiento del Consell no aparece la propuesta de la rebaja fiscal anunciada por el presidente" en el debate de política general.
"Los Presupuestos Generales del Estado de 2023 condenan a generaciones futuras en beneficio de Pedro Sánchez", criticó Merino, quien calificó de "irresponsables" unas cuentas que, a su juicio, son "insuficientes y perjudiciales" y tienen como fin "pagar la campaña electoral más larga de la historia".