La coordinadora autonómica de Ciudadanos (Cs) en la Comunidad Valenciana, María Muñoz, ha exigido al presidente del PPCV, Carlos Mazón, que aclare la situación tras la expulsión de la vicealcaldesa de Benicàssim, Cristina Fernández, y del resto de ediles liberales del gobierno municipal, así como la "restitución inmediata del acuerdo de gobierno" en la localidad.
En esa línea, ha avanzado que, "de lo contrario, ante esta situación de deslealtad, el Comité Autonómico de Cs se reunirá para analizar cómo queda la salud del resto de pactos" en municipios e instituciones valencianas, algo que afectaría especialmente a la provincia de Alicante donde gobiernan en coalición tanto en el Ayuntamiento de la capital como en la Diputación.
"El PP ha vuelto a demostrar su falta de honestidad y que no sabe gobernar en coalición", ha explicado Muñoz, al tiempo que ha añadido que "ejercen pensando en las próximas elecciones en vez de poner el foco en el interés general y en lo mejor para los vecinos de sus municipios".
"Actúan como si tuvieran una mayoría absoluta que no les dieron los ciudadanos", lamentó la diputada nacional de Cs, quien recordó que en los gobiernos entre varios partidos "la palabra y el acuerdo deben prevalecer por encima del partidismo y las actuaciones con tintes dictatoriales".
En este sentido, indicó que, en circunstancias como esta, "queda patente que Ciudadanos somos socios leales y que nuestro partido se hace más necesario que nunca para moderar y centrar a un bipartidismo cada vez más entregado a los extremos, tanto por la derecha como por la izquierda".
Una modificación de crédito, el detonante
Esta crisis se ha producido después de que la alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, anunciase este viernes que su partido, el PP, rompía el pacto de gobierno con Ciudadanos, ante su "irresponsabilidad y deslealtad" con los vecinos de la localidad y las malas relaciones agravadas en la aprobación de los presupuestos.
Así lo explicó Marqués en una rueda de prensa convocada esta tarde después de que las diferencias entre PP y Ciudadanos se evidenciaran en el pleno de la Corporación municipal celebrado por la mañana, un pleno que ha sido "la gota que ha colmado el vaso" de la paciencia de los populares.
La alcaldesa indicó que actualmente el consistorio trabaja con un presupuesto prorrogado en 2022 por "la negativa de aprobación de las cuentas de Ciudadanos", y que con la voluntad del grupo popular de no iniciar 2023 con un presupuesto prorrogado se pidió a la intervención municipal una previsión de ingresos y gastos para el próximo año.
Los técnicos municipales, ante una diferencia prevista entre los ingresos y los gastos de 3 millones de euros, abogaron por acudir a una modificación de crédito con carga a los 5,8 millones de euros de remanente de tesorería.
Se trataba, dijo Marqués, de pasar 3 millones de ese remanente a un activo financiero "para poder iniciar el anteproyecto de presupuesto con un equilibrio entre ingresos y gastos".
Pero esta decisión, llevada al pleno, supuso "la fractura del voto de Ciudadanos" -dos de cuyos tres ediles han votado en contra- y el consiguiente "desmarque de las líneas de gobierno y de los informes de la intervención". Unos votos que "han impedido esta operación", que no posibilitan a su vez "hacer un presupuesto real, equilibrado y riguroso".
Esa actitud fue calificada por Marqués como de "irresponsable" y añadió que "dificulta la convivencia política y el avance y el progreso en Benicàssim" en los siete meses que quedan de legislatura.
Marqués calificó al grupo Ciudadanos como "caballo de Troya dentro del equipo de Gobierno", por lo que ha asegurado que "si quieren perjudicar a los vecinos, que lo hagan desde fuera, no con el PP".
La alcaldesa señaló que es "muy difícil continuar trabajando con esta indiferencia" por parte de Ciudadanos con respecto a la gestión del equipo de gobierno, y aseguró que los concejales de esa formación "no acuden a las reuniones desde hace 18 meses", aunque Javier Alonso dejó de acudir hace 3, ha matizado.
Asimismo, en referencia al tono bronco utilizado durante el pleno, Marqués dijo no que no le importan "los improperios" hacia su persona, sino que le preocupan "las decisiones que afectan a los servicios de los ciudadanos".