Apenas 20 afiliados de la provincia de Alicante se han presentado a los 13 puestos disponibles en las elecciones de compromisarios para el congreso de la "Refundación" de Ciudadanos que tendrá lugar el próximo mes de enero. "Desencanto, despiste o resignación" son los sentimientos que está concitando el proceso para muchos liberales que en la provincia suman más de 120 cargos públicos, destaca un conocido dirigente alicantino.
Y es que la decisión de Ignacio Gragera Barrera, alcalde de Badajoz, de fichar por el PP está marcando el camino de muchos de esos 120 cargos institucionales que ven como en el partido fundado por Albert Rivera no hay mucho futuro político. Por eso, los principales dirigentes de la formación en los municipios están a la espera de ofertas.
Sin ir más lejos, en el Ayuntamiento de Alicante hay cinco concejales gobernando con el PP de Luis Barcala y en la Diputación de Alicante dos diputados provinciales gobernando con el PP de Carlos Mazón. Por el momento nadie mueve ficha ni en esas instituciones ni en otros gobiernos como Guardamar, Callosa de Segura, Xixona, Mutxamel, Calpe o Muro de Alcoy, entre otros. Tampoco en alcaldías como la de Sant Joan.
Las relaciones están muy tensas después de que la dirección autonómica del partido se quedase de brazos cruzados ante la rebelión de los díscolos de Orihuela que pactaron con el PSOE una moción de censura contra el ya exalcalde Emilio Bascuñana.
Aquella maniobra se produjo con Inés Arrimadas de baja maternal y desde Madrid no supieron pararla pese a que abandonaron Cs importantes dirigentes como el secretario de Programas y responsable de finanzas de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, Vicente Ten, y el secretario de Acción Institucional de la formación, Jesús Gimeno. Después lo haría la cúpula de sus jóvenes.
Y con Edmundo Bal como máximo dirigente del partido en Madrid, su afín, el oriolano Juan Ignacio López-Bas, se hizo con los mandos del partido en la provincia relegando al hasta entonces coordinador provincial, el diputado provincial Javier Gutiérrez, los responsables de Institucional y Organización en la provincia, César Martínez y Chechu Herrero.
Fue entonces cuando empezó a verse el perfil de la nueva dirección en Madrid con Bal y en Alicante con López-Bas, más proclives a pactos con el PSOE que con el PP, dinamitando así las relaciones entre Inés Arrimadas y Carlos Mazón, que desde el año pasado vienen hablando de posibles pactos electorales.
Es ahora, en el proceso de elección de compromisarios y ante los pulsos entre Inés Arrimadas y Edmundo Val, cuando López-Bas está calentando las redes sociales en favor de Val y contra la líder del partido.
No obstante, en el seno del Cs Alicante consideran que ni uno ni otro son la solución al problema que vive el partido porque ambos son los que le han llevado a la situación actual. Pero por el momento no hay tercera vía, con Begoña Villacís o José Ramón Bauzá sin querer entrar en liza.
En este ambiente, parece que ahora la dirección autonómica de Teresa Ortiz se ha posicionado con Arrimadas mientras que López-Bas sigue del lado de Bal, pese a que fue apoyado por Valencia para hacerse con el partido en Alicante. Y mientras los cargos públicos y orgánicos y militantes de base ven el proceso con equidistancia.