'Els enfarinats' ('los enharinados'), un grupo de personas que se congrega anualmente el día de los Santos Inocentes para tomar la villa de Ibi (Alicante), se ha adueñado a golpe de harina, petardos y huevos del consistorio, en una fiesta con más de 200 años de antigüedad y que ha sido presenciada en esta ocasión por alrededor de un millar de vecinos y foráneos.
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'Els enfarinats' luchan por las calles de Ibi
Unos 2.500 kilos de harina (de sobrantes de panificadoras), 300 docenas de huevos (caducados) y 2.500 carretillas de cuatro salidas (cohetes) se han usado en la batalla desarrollada en la vía pública, en la que, como manda la tradicional, 'els enfarinats', ataviados con las más estrafalarias vestimentas, se han enfrentado al colectivo de la 'oposición', que tiene el denominador común de portar una chistera negra adornada con estrellas de papel.
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Una de las características de la fiesta son los disfraces extravagantes
Declarada de Interés Turístico Autonómico (2009), esta fiesta es una de las más antiguas de la Comunidad Valenciana, ya que se celebra al menos desde 1797.
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Los huevos y la harina son las principales armas
En una zona acotada para garantizar la seguridad de los asistentes ha "estallado" la contienda, donde los dos bandos rivales se han arrojado huevos podridos, verduras, harina y polvos de talco. Además se han usado botes de humo de colores y cohetes volares o "borrachos" en un escenario que se ha teñido de blanco.
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El pueblo se divide en dos bandos: 'els enfarinats' y la oposición
El concejal de Fiestas y Tradiciones, Luis Vicente Martí, ha dicho a EFE que, en principio, no se habían producido incidentes, salvo algunas atenciones "leves" a miembros de "els enfarinats" y de la oposición, en algunos casos por quemaduras o porque la harina les había entrado en los ojos.
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Una fiesta marcada por la actualidad
Lo que sí es cierto es que ninguno de los participantes ha podido escaparse de salir manchados hasta las cejas. E, incluso, uno de ellos llevaba una bandera de Ucrania como capa, según ha observado la redactora del equipo de televisión de EFE que ha cubierto este evento.
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La fiesta también sirve para recaudar "impuestos" en los comercios
En el primer año sin las restricciones de la pandemia, 'els enfarinats' se han adueñado simbólicamente y por un solo día de esta localidad juguetera coincidiendo con la festividad de los Santos Inocentes y han recaudado fondos ("impuestos") en los comercios, dinero que se destina al asilo de ancianos San Joaquín del municipio.
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El nuevo Gobierno municipal cuenta con su propia jerarquía
'Els enfarinats' ejercen un ficticio poder civil con cargos de alcalde, juez, alguacil, fiscal, secretario, concejal de Hacienda y cajero, entre otros.
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Leyes absurdas para el día de los Santos Inocentes
Además, este "gobierno" ha impuesto "la dictadura" de lo absurdo: durante todo el día no se puede caminar ni por la acera, ni por la calzada, ni por el tejado, ni tampoco por el sol, ni por la sombra.
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Otra parte funbdamental de la fiesta: negociar la paz
A la hora de comer se ha suscrito un "acuerdo temporal de no agresión" para degustar los platos típicos de la gastronomía tradicional, habitualmente un gran perol de "llegum", plato a base de carne de cerdo y judías blancas.
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Bailes y disfraces para completar la jornada
La jornada concluye esta tarde con el "ball del Virrei" (baile del Virrey) y la "dançà" (danza), en las que participan mujeres vestidas con lujosos trajes, hombres cubiertos con elegantes capas, y otros peculiares personajes disfrazados de las formas más variopintas y con máscaras.
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'Els enfarinats', dueños del pueblo una vez al año
Al final, el pueblo vuelve a la normalidad durante un año entero, hasta que 'els enfarinats' vuelven a hacerse con el poder municipal.