Un hombre de 35 años y nacionalidad española juzgado en la Audiencia de Alicante por, presuntamente, arrojar aceite hirviendo a la mujer con la que compartió una relación sentimental y sobre la que tenía una orden de alejamiento, ha negado este viernes, en el juicio, la responsabilidad en los hechos y ha alegado que el incidente se produjo de manera fortuita durante una discusión.
“Yo estaba preparando la comida, como hacía muchas veces, y ella vino y se puso a gritar y a decirme que yo no sabía cocinar hasta que me cogió para quitarme la sartén y el aceite se le cayó encima”, ha relatado el procesado, quien ha negado que tuviese voluntad de causarle daño a la víctima y ha reconocido que él no resultó afectado por ninguna salpicadura.
La mujer, por su parte, sufrió varias quemaduras de segundo grado de las que tardó más de 200 días en curar.
El Ministerio Público solicita inicialmente para el acusado la pena de 9 años y medio de cárcel por los delitos de lesiones con deformidad, coacciones y quebrantamiento de condena.
Los hechos ocurrieron el 29 de agosto de 2022 en el domicilio de la víctima, al que el procesado acudió pese a tener una orden de alejamiento que le prohibía aproximarse a ella después de que esta le denunciase por un supuesto episodio anterior de violencia de género.
De acuerdo con el escrito de calificación inicial de la Fiscalía, el acusado acudió a la vivienda de su expareja, rompió el marco de la puerta para acceder a ella, echó a la mujer de su domicilio y no la dejó entrar en su casa.
Sobre las 12 del mediodía, cuando la víctima ya había conseguido acceder a su casa, comenzó a hacer la comida para lo que puso aceite en una sartén. El Ministerio Público mantiene que, en ese momento, el hombre empezó a insultarla y, de forma sorpresiva, agarró la sartén y le tiró el aceite en el costado izquierdo del cuerpo.
La defensa, por su parte, niega la comisión del ataque y sostiene que tanto el acusado como la mujer se encontraban con sus facultades mentales afectadas por su supuesta adicción al consumo de alcohol y drogas. De ahí que el letrado del procesado haya considerado que la versión de la víctima debía quedar expuesto a un informe de evaluación psicológica sobre su credibilidad.
En su declaración, el hombre ha admitido que incumplió la orden de alejamiento a sabiendas, aunque ha asegurado que intentó alejarse de la mujer, pero ella le llamaba para que fuese y le decía que estaba sola, porque "su marido había muerto y su hijo se había ido a Holanda”. “A mí me daba lástima, porque me decía que se iba a tomar algo, así que iba a verla”, ha manifestado.
Además, ha negado que él rompiese la puerta de la casa, al asegurar que tenía las llaves del domicilio. También ha indicado que, el día de los hechos, los dos habían estado juntos en la cama, después de haber consumido alcohol y otras drogas, y que todo iba bien hasta que él fue a preparar la comida y la mujer se le acercó “enfadada y gritando” y se produjo el supuesto incidente con el aceite.
Por otra parte, el procesado ha reconocido que no la auxilió. “Al ver que le había caído el aceite, me asusté porque sabía que yo no tenía que estar en la casa y me fui porque ella estaba descontrolada y comenzó a gritar”, ha dicho.
Su versión ha quedado rebatida en el juicio por el testimonio de la víctima, quien ha sostenido que fue el acusado el que entró en su vivienda después de echar la puerta abajo y que la expulsó de la casa para comenzar a registrarla acusándola de acostarse con otros hombres.
Según su testimonio, cuando logró volver a entrar en la casa, le dijo que "se fuera, que no quería saber nada de él", y empezó "a hacer la comida para ver si se iba de una vez”. Así, ha relatado que “de repente, a traición, cogió la sartén en la que había puesto el aceite a calentar" y se "la tiró por encima". "Traté de protegerme con las manos y me puse de costado, pero me cayó sobre el pecho y la cintura”, ha señalado.