Alicante

La renuncia a sus competencias de los dos exdiputados provinciales de Cs de Alicante, Julia Parra y Javier Gutiérrez, cerró ayer una crisis dentro del partido liberal que sus propios afiliados y cargos públicos en la provincia consideran "absolutamente innecesaria" puesto que ha perjudicado más al partido de Inés Arrimadas, ya de por sí en franca descomposición.

La líder de Cs en la Comunidad Valenciana, Mamen Peris, no ha logrado su propósito, provocar la renuncia a las actas de diputados de Parra y Gutiérrez: colocar a otros dos diputados más afines a su dirección en la Diputación y provocar una moción de censura con la que poder negociar.

Esta debilidad, piensan los todavía fieles a las siglas, les perjudicará si quieren presentarse a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Tanto es así, que algunos que no quieren o no pueden dar el paso al PP ya estudian presentarse con siglas propias, como ocurre en Orihuela con una marca asentada como el CLR.

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Cs no sólo ha perdido a sus diputados en la institución provincial, sino que además pierde el dinero de las asignaciones al grupo y deja por el camino a ocho de sus cuadros provinciales que trabajaban como asesores y que a partir de ahora criticarán entre los suyos al que ha sido su partido.

Ni siquiera los más afines a Peris y a la actual dirección entienden el movimiento como una victoria. "No nos beneficia, más bien dará que pensar a muchos concejales en la provincia de cómo se actúa con los propios compañeros desde Valencia y provocará más fugas al PP. Eso sí, cuando le convenga a cada uno", explica un importante referente liberal de la provincia a este diario.

Alguno incluso especula con la posibilidad de que Gutiérrez y Julia hubiesen cambiado el nombre del grupo provincial aduciendo cambio de dirección y de estatutos del partido en esta legislatura, como hicieron los díscolos de Murcia. Y si las cosas se ponen más difíciles, son muchos los concejales que ya se plantean esta posibilidad si sufren un ataque por parte de la dirección autonómica como el que han sufrido Gutiérrez y Parra. 

Por esa razón, entre los liberales de Alicante se preguntan quién está asesorando a Peris a la hora enfrentarse a Gutiérrez y Parra sin apenas conocer la provincia. Y es que al parecer la persona de Alicante más cercana a Peris es el futuro candidato por la provincia, José Miguel Saval, que sí conoce muy bien al PP porque fue hasta subdelegado del Gobierno en sus filas.

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En cualquier caso, el PP de Carlos Mazón será a partir de ahora mucho más duro a la hora de negociar nada con quienes les han puesto en esta situación. Por eso, en dos meses que quedan hasta el final de la legislatura, ya no habrá prácticamente ningún acuerdo ni con Cs, ni con el Botánico. Como ocurrió ayer con los cargos de libre designación de las Cortes Valencianas en diferentes instituciones.

La Diputación seguirá funcionando como lo ha hecho hasta ahora y la oposición no podrá esgrimir que Mazón incumple la ley, puesto que no puede forzar a sus diputados a renunciar a sus actas. Su equipo de Gobierno será igualmente de estable con los no adscritos votando a favor del PP sin tener que dar cuentas a nadie por encima.

De forma pírrica, Peris emitió ayer una nota de prensa en la que se felicitaba por la "marcha atrás de Carlos Mazón, tras el cese de las competencias y los asesores de los diputados provinciales tránsfugas de la Diputación de Alicante, gracias a la presión de Cs". Y ahora le pide "que ningún tránsfuga encabece o forme parte de las listas electorales del PP".