La salida ayer del alcalde de Sant Joan d'Alacant, Santiago Román, de la disciplina de Ciudadanos (Cs) se suma al goteo de concejales liberales que dejan el partido para engrosar las filas del PP en los próximos comicios. De hecho, se espera que Román anuncie en los próximos días su candidatura por el PP ya que es una de las escasas ciudades que todavía no tiene cabeza de cartel popular.
Se trata de un paso más que anunciado desde que Román y el líder local del PP, Manuel Aracil, evidenciasen su acercamiento y Román terminase por retirar las competencias a los concejales del PSOE con quienes había gobernado tres de los cuatro años del mandato.
Y ayer, en su comunicado, dejaba entrever una vez más sus intenciones: Fortalecer el centro-derecha local ante la amenaza de una izquierda unida en el "sanchismo". Algo que cada vez parece más claro con la cercanía de mamen Peris a Ximo Puig.
La pérdida de Sant Joan para Ciudadanos no es una pieza más, sino su más importante ya que Román era su alcalde en la ciudad con más habitantes del partido liberal. Sobre todo, porque el pacto en la ciudad de Alicante es apenas un testimonio del pasado ya que sus principales concejales, Mari Carmen Sánchez (vicealcaldesa) y Antonio Manresa (portavoz municipal), no parecen acompañar a Adrián Santos (expresidente de NNGG del PP) en su aventura de cara al 28 de mayo.
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Ciudadanos comenzó el mandato gobernando en 13 municipios de 141, pero sobre todo, en la capital y en la Diputación de Alicante donde Julia Parra y Javier Gutiérrez -que en sus municipios gobernaban con el PSOE-, pronto se integraron en el equipo de Gobierno de Carlos mazón, hoy candidato el PP a la Generalitat.
Tras los sucesos de Murcia, Madrid y Castilla y León, las relaciones comenzaron a enfriarse y los liberales de Orihuela aprovecharon la falta de liderazgo en Madrid para firmar una moción de censura con PSOE y Podemos a sus anteriores socios, el PP de Emilio Bascuñana.
Después vino El Campello, donde los liberales fueron apartados del Gobierno municipal cuando el alcalde, Juanjo Berenguer, tuvo claro que era imposible que le planteasen una moción de censura como la que le habían hecho a su compañero oriolano.
Ayer Cs perdió Sant Joan y sólo están presentes en plazas importantes en Xixona, donde queda un concejal, Eduardo Ferrer, fiel a la nueva dirección de Cs y gobernando con el PSOE; y en Mutxamel, donde los concejales naranjas siguen vinculados al gobierno del popular Sebastián Cañadas.
También, en municipios más pequeños como Castalla o Benejúzar, donde todo parece indicar que sus respectivos líderes intentarán repetir bajo las mismas siglas. En el resto de municipios el goteo de cargos que dejan el partido es constante: Granja, Dolores, Cocentaina, Muro o Ibi son algunos de ellos.