La Audiencia de Alicante ha condenado a un año y seis meses de prisión a una mujer de 44 años que trató de introducir distintas sustancias estupefacientes en un preservativo oculto en su vagina durante una visita a su compañero sentimental, preso en el centro penitenciario de Fontcalent (Alicante).
La sentencia concreta que los funcionarios sometieron a la mujer a un cacheo cuando iba a mantener una entrevista con su pareja y, en esa comprobación se halló un preservativo oculto en el interior de la vagina en el que almacenaba 29,27 gramos de resina de cannabis, así como 12 porciones de papel secante que contenían 0,24 gramos de LSD.
El texto, dictado por un tribunal de la Sección Segunda, detalla que la resina de cannabis habría adquirido un precio de 186 euros en el mercado ilícito y que el valor del LSD intervenido habría sido de 141 euros.
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La mujer reconoció los hechos en el inicio del juicio, celebrado el pasado 21 de marzo, por lo que el tribunal acordó la imposición de la pena propuesta por la Fiscalía, de un año y medio de prisión, además de multa de 250 euros. No obstante, la sentencia también acuerda la suspensión de la pena privativa de libertad por un tiempo de tres años con la condición de que la condenada no vuelva a delinquir.
Por otro lado, también este jueves se ha sabido que la Guardia Civil ha desarticulado una de las organizaciones delictivas especializada en robos con fuerza más activa de la provincia de Valencia, cuya principal actividad eran asaltos a establecimientos comerciales y almacenes.
En el marco de la operación “Snuker”, se ha detenido a cinco hombres y tres mujeres, que además se dedicaban al tráfico de drogas, según informa la Guardia Civil en un comunicado.
La operación se inició a finales del noviembre de 2022 cuando se detectó un aumento de robos, sobre todo en establecimientos comerciales y almacenes, en los que se sustraían ropa, electrodomésticos, herramientas o cosméticos para su posterior distribución ilícita en el mercado.
Los agentes comprobaron que en el grupo organizado había un líder, que era el que recibía los encargos de los productos que se tenían que robar. El resto del grupo se encontraba perfectamente estructurado: unos se encargaban de cometer el robo, otros efectuaban labores de vigilancia y otros de conducir vehículos robados en los que transportaban la mercancía.
Esta banda, cuyos integrantes son todos de origen español, estaba asentada en varias localidades de la provincia de Valencia (Bétera, Chiva y València). Los robos se cometían cuando los establecimientos y almacenes estaban cerrados al público y sin personal en su interior. Los miembros del grupo para las vigilancias se hacían pasar por transportistas, ya que vestían con ropa reflectante y empleaban furgonetas para no llamar la atención en los polígonos industriales.
La organización también se dedicaba al cultivo de marihuana en dos chalés y al tráfico de drogas, principalmente hachís, pero también cocaína.
A finales de febrero los investigadores realizaron cinco registros en Bétera, Chiva y València, en los que se intervinieron dos armas de fuego simuladas, electrodomésticos, perfumes, bebidas alcohólicas, herramientas empleadas en los robos, varios vehículos sustraídos, una motocicleta, 500 plantas de marihuana, 30 gramos de cocaína, 250 gramos de hachís y 35.000 euros en metálico.
La operación culminó con la detención de las ocho personas, con edades comprendidas entre los 26 y los 66 años, a las que se les imputan los delitos de robo con fuerza, robo de vehículo de motor, organización criminal, receptación, cultivo y elaboración de drogas y tráfico de drogas.
Los investigadores han esclarecido hasta el momento más de 40 hechos delictivos cometidos por el grupo criminal en menos de 4 meses en la provincia de Valencia. El valor de los efectos intervenidos supera los 100.000 euros. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Sagunto.