Julián era el nombre del camarero de 25 años fallecido en el trágico incendio de Madrid que se cobró también la vida de una clienta y dejó unos 12 heridos. Natural de Benidorm, se le conoció también como Jay Robles, y su pasión era la música. Tanto, de hecho, que había abandonado la capital turística de la Costa Blanca para intentar buscar fortuna en la capital de España y ganarse la vida cantando.
Robles logró en 2020 ser finalista del casting de Operación Triunfo, y aún se puede ver su intervención en el canal de YouTube del programa. Allí explica que nació en Benidorm y relata que su experiencia en el casting "estuvo bastante guay pero fue agotadora. Estuve desde las ocho hasta las tres que me hicieron cantar, y estoy contento creo, porque no me esperaba esto".
Por "esperar" se refiere a llegar a la final del proceso de selección. "Al final mucha gente sabe cantar bien pero les cuesta mucho transmitir, tiene que ser un conjunto de todo", dice. También dice que hay gente que lo define como "un borde, pero luego cuando me conocen soy un cacho de pan, la verdad". "Yo me guío por vibras, y cuando alguien no me transmite no la trato igual. Pero de normal soy muy sociable", añade.
También explica que no sabía si iba a encajar en el casting ("vine con una amiga, así como de guasas y mira, aquí estamos") y se revela como una persona muy familiar: "Yo tengo que hablar con mi madre todos los días. Mi mama (sic.) me llama todos los días, y si no se lo cojo se raya y va a venir a Barcelona [donde Operación Triunfo estaba realizando las pruebas] a buscarme".
En el vídeo también se le puede ver interpretando parcialmente dos de sus canciones (también componía), 'Contigo' y 'Hoy ya', y la reacción del jurado: "Tú que haces tus temas, ¿te ves encerrado tres meses en una casa, cantando covers semanalmente?" "Yo es que soy una persona que suele fluir, entonces lo que pase", responde. Luego, ya hablando a cámara, asegura que si se acabara dedicando a la música se lo dedicaría "a mucha gente que me ha ayudado", y "a mi madre por darme la vida, a mi padre, a mi hermana, a todos mis colegas".
"Nunca he cantado en los curros, yo canto en un estudio y cuando trabajo, donde sea, en un concierto. Pero eso de cantar por cantar... No soy así", agrega.
Julián llevaba apenas unas semana trabajando en el restaurante Burro Canaglia de la Plaza Manuel Becerra, en el distrito madrileño de Salamanca. Según la Agencia Atlas, el padre del joven se está planteando denunciar por negligencia, aunque no especificó si al restaurante o al Ayuntamiento de Madrid.