Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos personas acusadas de delitos contra la propiedad industrial, que se dedicaban a la distribución de relojes falsificados a vendedores ambulantes y de mercadillos a lo largo de todo el litoral de Alicante. Estas joyas tenían una "gran calidad", e imitaban modelos de diversas marcas de reconocido prestigio. En la operación se ha conseguido recuperar un total de 3.560 relojes falsos.
La investigación policial tuvo su inicio a raíz de una operación policial llevada a cabo por agentes del Grupo de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría de Elche, tras una información recibida por parte de agentes de la Policía Local de Crevillente.
En total se han detenido a nueve personas y se han llevado a cabo nueve registros domiciliarios, interviniendo gran cantidad de productos falsificados "cuyo valor en la calle podría haber alcanzado los diez millones de euros" aproximadamente.
[Interceptan 2.000 productos de marcas de lujo falsificados "de mala calidad" en tiendas de Benidorm]
Posteriormente, siguiendo el hilo de esta investigación, los investigadores continuaron sus gestiones, obteniendo información acerca de otra rama delincuencial, formada por otras personas relacionadas indirectamente con los detenidos, que se dedicaban a suministrar relojes falsificados a vendedores ambulantes o vendedores de mercadillos locales que se dedicarían al comúnmente denominado "top manta".
Tras analizar la información obtenida, los agentes se encontraron con que una de las dos personas investigadas ya había sido detenida con anterioridad por agentes de la Policía Nacional por delitos contra propiedad industrial por vender productos falsificados en otras ocasiones.
Así pues, desde el grupo investigador, se coordinó un dispositivo orientado a la localización y detención de los presuntos autores de estos delitos. Posteriormente consiguieron interceptar y detener al principal investigado a las puertas de su domicilio, situado en la localidad alicantina de Guardamar del Segura, cuando salía de su vehículo particular, donde los agentes hallaron 79 relojes de alta gama falsificados de diferentes marcas.
Posteriormente, ante las sospechas de los investigadores sobre la existencia en el domicilio del detenido de gran cantidad relojes falsificados, los agentes realizaron una entrada y registro, donde hallaron miles de relojes falsificados de gran calidad imitando relojes de diversas marcas conocidas. Durante el registro, también resultó detenida la pareja y conviviente del principal investigado como pieza también de la investigación.
En cuanto al modo de actuar de los arrestados, los agentes concluyeron que, se trataba de los encargados de "almacenar los relojes y distribuirlos a los vendedores finales en todo el levante español (Crevillente, Benidorm, Calpe, Altea, etc.)", a quienes los vendedores finales podían comprarle los relojes directamente. Siempre se hacía bajo pedido previo, bien en la propia localidad de Guardamar del Segura donde los almacenaban, bien los mismos detenidos se los llevaban hasta sus localidades de venta.
De este modo, era como controlaban la distribución y venta de relojes falsificados en el levante español debido, principalmente, a la amplia oferta de marcas de las que disponían, así como a la competitividad en los precios de los relojes falsificados que ofertaban a los vendedores finales.
Los detenidos, una mujer y un varón, de 36 y 43 años de edad, ambos de nacionalidad marroquí, fueron puestos en libertad tras prestar declaración en dependencias policiales, quedando a la espera de ser citados para comparecer en sede judicial.