Las intensas lluvias de estos días han hecho que las cuencas de los embalses del Segura y del Júcar aumenten en 17 hectómetros cúbicos en el caso del primero, y 7 hectómetros cúbicos en el segundo con una diferencia de siete días.
Los embalses del Júcar están al 58 por ciento de su capacidad, dos décimas más que la semana pasada y 10,5 puntos por encima de la media española, con 1.651 hectómetros cúbicos, 225 menos que el año pasado y 81 más que la media de los últimos diez años.
En el Segura las reservas están las 35 por ciento, 1,5 puntos más que la semana pasada y 12,5 puntos menos que la media, con 399 hm3, 111 menos que hace un año y 150 menos que la media de los últimos diez años.
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Los pantanos de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo y desde donde parte el trasvase al Segura, han perdido en la última semana 4,72 hectómetros cúbicos y acumulan 638,94, lo que supone el 25,37 por ciento de su capacidad total de embalse.
La reserva hídrica española vuelve a descender por octava semana consecutiva y se encuentra actualmente al 47,5 % de su capacidad total, con un total de 26.640 hectómetros cúbicos de agua, un 0,2 % menos, según el Ministerio par la Transición Ecológica.
Los embalses 26.640 hectómetros cúbicos de agua que acumulan los embalses españoles es una cifra inferior a la cantidad de agua almacenada a estas alturas del año en 2022 (27.814 hm³) y muy por debajo de la media de los últimos diez años para este periodo (38.205 hm³).
Las precipitaciones de esta semana han afectado "considerablemente" a toda la península, destaca el Miteco, con una máxima de 128,8 litros por metro cuadrado, que se ha registrado en Castellón.
Rubén Del Campo, portavoz de Aemet, ha detallado que las precipitaciones de los últimos días suponen un aporte de humedad "muy valioso" para los suelos, que se encuentran actualmente mucho más secos de lo normal para esta época del año, "y como los cielos están más nubosos y la humedad del aire es alta, la evaporación es menor, lo que favorece que la vegetación reduzca su estrés hídrico".
Sin embargo, las lluvias "no se han notado todavía en el agua embalsada": Las salidas de agua de los embalses han superado a las entradas y no han logrado revertir la tendencia a la baja que en los últimos meses ha experimentado la reserva hídrica.
"La precipitación caída entre el 1 de marzo, cuando empezó la primavera meteorológica, y hasta el 28 de mayo es de exactamente 85 litros por metro cuadrado, cifra idéntica a la acumulada en la primavera completa del año 1995, que hasta la fecha es la más seca de la serie histórica 1961", ha agregado Del Campo.
"Por lo tanto, podemos ya descartar que la primavera de 2023 vaya a ser la más seca de la serie, puesto que al contabilizar las precipitaciones de los días 29 a 31 de mayo se superará esta cifra; no obstante, será una primavera de todas formas, muy seca", ha señalado el experto.
Respecto al año hidrológico, las precipitaciones están en torno al 27 % por debajo de lo normal, pues se han registrado desde el 1 de octubre hasta el 28 de mayo 396 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son 516 Litros por metro cuadrado.
Del Campo ha hecho hincapié en que "estamos, por lo tanto, ante uno de los 8 años hidrológicos más secos hasta la fecha desde 1961".
En estos momentos, las cuencas más deficitarias son las del Guadalquivir (23,8 %), seguidas de la de Guadalete-Barbate (25,3 %), las internas de Cataluña (25,6 %), Guadiana (31,9 %), la cuenca Mediterránea Andaluza (34,3 %) y la del Segura (35 %).
En el lado opuesto están las cuencas del Cantábrico; tanto el oriental (90,4 %), como el occidental (87,8 %), y las internas del País Vasco (81 %); y a continuación, Galicia Costa, con el 80,7 % de su capacidad total.