Los ayuntamientos de toda España tienen autonomía para fijar el Impuesto a los Vehículos de Tracción mecánica (IVTM), es decir, el tributo que todos los ciudadanos tienen que pagar todos los años por cada vehículo que posean independientemente de su uso. Esa autonomía fiscal crea desigualdades importantes no solo entre regiones, sino entre localidades de la misma provincia.
Un reciente estudio de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), denominado Estudio sobre fiscalidad municipal del automóvil, asegura que en España hay "25 paraísos fiscales" para el pago de este impuesto, que puede variar hasta un 900 % entre los municipios más caros y más baratos. Y en la Comunidad Valenciana hay dos pueblos que entran en esta clasificación, ambos de la provincia de Alicante: Relleu y Benidoleig.
El primero es un clásico de las matriculaciones masivas en la Comunidad Valenciana. Hace diez años Relleu registraba más de 11 coches matriculados por habitante por las enormes desigualdades que existían entonces en el pago del impuesto.
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Actualmente las diferencias se han moderado, pero sigue existiendo una tradición que coloca a esta localidad en el puesto 14 de los paraísos fiscales para coches en España: en 2022 su censo era de 1.171 personas y se registraron 5.854 vehículos, lo que sale a cinco por habitante. Un año antes las matriculaciones ascendieron a 8.207, con un ratio aún más alto.
El segundo es Benidoleig, en la Marina Alta, que pasó en 2021 de registrar 344 vehículos en 2021 a diez veces más (3.384) al año siguiente. Con sus 1.232 habitantes, salen a 2,75 vehículos por persona censada.
Panorámica de Relleu, en imagen de archivo.
Tanto Relleu como Benidoleig tienen el mismo régimen fiscal para el IVTC: en el caso de turismos, oscila entre los 12,62 euros para los 8 caballos fiscales hasta los 112 de 20 caballos fiscales en adelante. Si se compara con una localidad densamente poblada situada cerca de ambos municipios, Benidorm, se paga entre 18,93 euros y 212,80. Es decir, el doble en el tramo más alto.
Alquiler de coches
EL IVTM se creó en los años 90 y se dejó en manos de cada ayuntamiento gravar la posesión de vehículos de tracción mecánica, algo que fue aprovechado por los más pequeños para competir fiscalmente con los de mayor tamaño.
En el caso concreto de Relleu, llego a ser uno de los mayores paraísos fiscales de este tipo en España, con más de 25 coches registrados por habitante a mediados de la primera década de los 2000. Este caso llama especialmente la atención porque Relleu se encuentra en una zona muy poco transitada de montaña, con un viaje largo y tortuoso desde la costa.
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La explicación es sencilla: el Ayuntamiento se adelantó a otros en su rebaja de impuestos y las empresas de alquiler de coches, que tienen un peso muy importante en la provincia y especialmente en la comarca por su naturaleza turística, aprovecharon para matricular sus flotas en esta localidad. Eso disparó los registros hasta los 25.000 vehículos en un solo año.
Actualmente la presión fiscal en la provincia de Alicante se han nivelado y son muchas las pequeñas localidades que ofrecen unos impuestos bajos, por lo que las matriculaciones se han repartido más. Y ninguna se acerca al top 3 que al AEA cita en su informe, todas en la Comunidad de Madrid: Rozas de Puerto Real, Colmenar de Arroyo y Patones, con ratios de 31,23, 19,88 y 18,73 vehículos por habitante, respectivamente.