Un agente de la Policía Local de Alicante se tiró este domingo al agua detrás de una persona que había amenazado con suicidarse tirándose al agua desde un puente. El suceso ocurrió a mediodía, cuando se alertó al cuerpo de la presencia de un individuo semidesnudo en estado bastante agresivo.
Cuando llegaron los agentes esta persona se tiró haciendo un gesto de despedida, y después de caer se quedó dentro del agua. En el vídeo se puede ver cómo uno de los agentes desplazados no duda en desprenderse de su cinturón con su arma reglamentaria y su chaleco para tirarse detrás del hombre y empezar a arrastrarlo hasta la orilla.
Lo cierto es que, pese a las amenazas del individuo, no parece que la caída entrañase demasiada peligrosidad. El hecho de que permaneciese debajo del agua tras lanzarse se debe a su voluntad, no a que se hubiese dado un golpe y estuviera inconsciente, según explicaron fuentes municipales a este diario.
El vídeo ha empezado a circular por redes sociales, donde se ha destacado la actuación de este agente para salvar al hombre.
Caso en Benidorm
Los casos de agentes evitando este tipo de actitudes son una constante en el trabajo policial. El pasado mes de abril un miembro de la Policía Nacional en Benidorm evitó el suicidio de una menor de origen ucraniano. Sobre las 22:20 horas de la noche, este agente que volvía de realizar su servicio se encontró con una menor 12 años tendida en la acera a escasos metros de la carretera donde transitaban un gran número de vehículos a gran velocidad.
El policía nacional paró a ver que es lo que le sucedía a la menor y, tras ganarse su confianza, "logró que esta le revelará sus intenciones autolíticas lanzándose a los coches en marcha, hecho que hubiera llevado a cabo si no fuera por la oportuna actuación del agente", aseguraron entonces fuentes de la Policía Nacional en una nota de prensa.
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Fue desde entonces cuando el agente consiguió que la menor se sincerara con él "hasta el punto de contarle que sufría depresión desde hacía varios meses y que atravesaba por desavenencias familiares".
La Comunidad Valenciana registró en el año 2021, el último con una estadística verificada, más de 400 suicidios, una cifra que supone un descenso respecto a los dos años anteriores (450 en 2019 y 438 en 2020) pero que empeora el dato de 2018, en el que se registraron 396 casos de muertes autoinflingidas. El dato regional supone algo más del 10 % del total nacional.