Alicante

En plena sierra de Aitana, en un espacio de un millón de metros cuadrados a 1.000 metros sobre el nivel del mar salpicado de pinos, leones, tigres, elefantes, jirafas, suricatos y aves, entre muchos otros, campan a sus anchas por el Safari Aitana.

Este recinto, creado en 1975 con animales rescatados de circos, otros parques y de particulares, ahora es el hogar de especies originarias de cinco continentes. El concepto es sencillo, como explica la cuidadora del Safari Aitana Laura Sevila, "en vez de estar el animal en jaulas, es el visitante quien está encerrado en su vehículo".

De entre los exóticos animales, Sevila revela que los favoritos de los visitantes son la pareja de elefantes africanos, de 41 y 43 años que llevan viviendo en el parque desde hace 35 años, siendo el único de Europa en el que se puede tener un contacto con ellos sin vallas de por medio.

[El castillo más alto de Alicante está en la Sierra de Aitana: 1.100 metros sobre el nivel del mar]

La experta explica que estos ejemplares en libertad pueden llegar a vivir hasta los 65 años, "pero en cautividad pueden cumplir los 85 años, como una persona", por lo que seguirán sorprendiendo a los visitantes durante mucho tiempo. El vasto terreno está dividido en dos parques, "uno cerrado, donde están los animales más pequeños que no pueden estar sueltos y otro abierto que tiene un recorrido de siete kilómetros", aclara la responsable.

Cebras, hipopótamos o hienas son otros de los seres que se pueden encontrar durante la ruta, que se puede hacer con el vehículo particular o acompañados de guías. La cuidadora del safari señala que, debido a la falta de calefacción en las instalaciones, solo cuentan con especies que puedan soportar el clima cálido de la provincia. "Por eso hay muy pocos reptiles", añade.

La mayoría de los animales son nacidos en el propio parque y descienden de ejemplares rescatados. Así, sigue actuando como refugio y acogiendo especies rescatadas por el SEPRONA. "Hace 20 años era relativamente común tener estos animales en casas particulares o en circos, ahora es más difícil, por eso acogemos menos esta clase de especies", asegura la experta.

Por su posición geográfica, el parque no cuenta ni con luz ni agua. Sevila cuenta que funcionan "con placas solares, generadores y pozos" y que en los inicios el recinto no era tan árido. "Antes de inaugurar el parque había cerezos, pero los animales se comieron los frutales", recuerda la también encargada de crear contenido sobre la reserva.

Y es que el espacio no solo es un referente en el mundo de los safaris, sino que también destaca en las redes sociales. Los vídeos de sus animales triunfan con cerca de 65 millones de me gustas en Tik Tok, donde han cautivado a más de 2,2 millones de seguidores.