La Audiencia Nacional juzga desde el martes a un presunto integrante de una red dedicada al tráfico de sustancias dopantes, especialmente para culturistas, que preparaban en un laboratorio clandestino en Benalmádena (Málaga) y empaquetaban en Denia (Alicante), para distribuirlas después en gimnasios y en internet.
El acusado, P.R.G., el único que quedaba por juzgar de esta red, se encontraba enfermo cuando en febrero se sentaron en el banquillo por estos hechos doce acusados de pertenecer a la trama, por lo que será juzgado en solitario. La Fiscalía le pide cuatro años de cárcel por delitos contra la salud pública y organización criminal.
En el juicio anterior, díez acusados fueron condenados a penas de entre 1 y 2 años de cárcel tras alcanzar un acuerdo de conformidad con el fiscal.
Este mantuvo su petición de 12 años de cárcel para la acusada M.T.M.P, a la que también se le intervinieron dos kilos de cocaína, y rebajó de 4 a 1 año la que formuló para el culturista J.M.M.B., al considerar acreditado que cometió un delito contra la salud pública, pero que no formaba parte de la organización.
Finalmente la Audiencia Nacional ha absuelto al culturista y ha condenado a la mujer a 7 años y 4 meses de cárcel por dos delitos contra la salud pública, tras dar por probada la existencia de este grupo con sedes en Denia (Alicante), Málaga y Valladolid, basándose en la confesión de los hechos por parte de los diez acusados que pactaron con Fiscalía.
Al acusado que queda por juzgar, la Fiscalía le atribuye haber seguido las directrices de uno de los presuntos cabecillas, X.X.M.B, y haberse concertado con el que era administrador único de la empresa Gràfiques Grimalt S.L para la fabricación de diverso material de acondicionamiento secundario de medicamentos y etiquetado, tal como cajas, etiquetas adhesivas o estuches.
Aparte de lo anterior, P.R.G., según el fiscal, controló la calidad durante el proceso de fabricación del material de acondicionamiento y etiquetado.
De este modo, el acusado, junto con otros dos investigados residentes en Denia, se encargaba de recibir los principios activos y excipientes de empresas farmacéuticas de República Popular China e India, contrataban el cartonaje y envoltorios y los remitían a los investigados en Málaga, que los recibían, manipulaban, envasaban y devolvían algunos a los investigados de Denia.
La investigación comenzó cuando, en 2016, la Sección de Consumo y Medio Ambiente de Guardia Civil recibió un correo de L 'Observatoire des Médicaments de Francia, en el que se comunicaba el hallazgo de diferentes envíos postales con origen en China, tránsito en Francia y destino final España, que contenían sustancias prohibidas en el deporte, expone el escrito de conclusiones provisionales del fiscal.
Los agentes averiguaron que las dos destinatarias en Denia constaban como receptoras en otros envíos procedentes de India y que habían sido intervenidos en el Aeropuerto Madrid-Barajas en 2013 y 2014, conteniendo en ambos casos 100 viales de somatropina y las pesquisas llevaron finalmente a la desarticulación de la red.