El acelerón que ha dado Pedro Sánchez a su investidura con la convocatoria de una consulta interna sobre la amnistía y la reunión de su número 3, Santos Cerdán, con Carles Puigdemont bajo una polémica fotografía del procés, ha reabierto las escaramuzas en el socialismo valenciano para relevar a Ximo Puig como secretario general del PSPV-PSOE e iniciar una nueva etapa de oposición al nuevo presidente de la Generalitat, el popular Carlos Mazón.
Todas las miradas están puestas en la posibilidad de celebrar el pleno de investidura de Sánchez en las próximas semanas cuando contabilicen los apoyos a su consulta interna -que los socialistas dan por casi unánimes- y se concreten los pactos con las fuerzas independentistas. A partir de ahí, Sánchez tendrá vía libre para poder celebrar "cuanto antes, insisten las mismas fuentes, el Congreso Federal del PSOE que abre el camino a los "regionales".
Y estos son especialmente deseados en las comunidades autónomas donde el PSOE perdió el pasado 28M, como por ejemplo en Comunidad Valenciana. De este modo, si el Congreso Federal se convoca para enero o febrero, entre marzo y mayo pueden sucederse en cascada los congresos autonómicos.
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Y es que desde el PSOE alicantino y valenciano se consideran "huérfanos" de liderazgo por parte de Ximo Puig, al que observan "excesivamente volcado" en su propio futuro político, como puede ser una cartera ministerial. Algo que no está del todo claro mientras conserva el cargo en la cúspide regional del PSOE, escaño en las Cortes Valencianas y escaño en el Senado y hace todo tipo de guiños a Sánchez.
La opinión generalizada en el partido es que Puig "sigue siendo respetado, pero en la práctica ya no tiene nada que repartir" y por tanto carece de las armas para conseguir los votos que necesitaría su candidato en unas primarias.
Mientras esto sucede, sus posibles sucesores en un futuro proceso de primarias ya tantean el terreno. Tanto sus afines Rebeca Torró (portavoz del PSPV en las Cortes Valencianas) o Arcadi España (portavoz adjunto), como los antiguos sanchistas que quieren dar un giro radical a la organización del partido.
En principio, dentro de este grupo, todas las miradas están puestas en el exministro José Luis Ábalos. Su participación en este proceso es todavía una incógnita pero muchos socialistas le siguen reconociendo como el referente del sanchismo frente a Puig y ven en él cierto liderazgo, aunque mucho menos del que fue cuando era el titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Desde Alicante, su secretario general provincial, Alejandro Soler (diputado nacional junto a la cúpula socialista), parece que es el que más posibilidades tiene de convertirse en candidato frente al ximismo o lermismo. Ya ganó a Puig, que postuló al alcoyano Toni Francés en su contra, y desde entonces no ha hecho sino aumentar su liderazgo interno en la provincia junto alcaldes como Rubén Alfaro (Elda) o Vicente Arques (l'Alfàs), que a su vez es portavoz en la Diputación.
Desde Valencia, su también secretario general provincial, Carlos Fernández Bielsa (Mislata), es otro de los posibles candidatos. No obstante, a diferencia de Soler, el exvicepresidente de la Diputación no tiene tanto ascendiente sobre sus comarcas valencianas. Eso sí, ha logrado un puesto de relevancia en la FVMP.