Resos óseos de la mandíbula de una ballena han sido encontrados en el puerto de Villajoyosa (Alicante). Los huesos estaban abandonados en la zona marítima de la localidad y han sido retirados para su estudio por el interés científico que ha despertado este hallazgo.

Los restos del cetáceo fueron recuperados por la Guardia Civil el pasado 8 de diciembre, y han sido puestos a disposición del Centro de Investigación Marina de Santa Pola (CIMAR) de la Universidad de Alicante, que los ha trasladado a sus instalaciones, para continuar con su estudio.

Los agentes del Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil de Alicante se desplazaron hasta la zona tras el aviso de que, junto a una gasolinera, se encontraban partes del esqueleto de un animal marino de grandes dimensiones. Posteriormente, en la mañana del día 22 de diciembre, personal del CIMAR procedió a la retirada y traslado de los restos a sus instalaciones en la localidad de Santa Pola, informando de que se trata de los restos óseos de una ballena, y que quedarán depositados en su centro para el estudio y posterior exposición.

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Desde el CIMAR han señalado que son "un centro activo, fruto de un convenio entre el Ayuntamiento de Santa Pola y la Universidad de Alicante, donde se llevan a cabo actividades destinadas a conocer un medio tan cercano y a la vez tan desconocido como es el ambiente marino, su biodiversidad y su entorno, para enseñar cómo aprovechar sus recursos de forma responsable y contribuir a proteger este frágil ecosistema, colaborando en su uso racional y ordenación".

Así, han explicado que gracias a estos estudios e investigaciones han podido publicar "una pequeña guía de cetáceos en el sureste peninsular donde, además de la información relativa a los cetáceos, se expone una serie de buenas prácticas redactadas para todos los usuarios de la náutica profesional y de recreo en el que se detalla la manera de proceder para una correcta observación de estos animales".

Buenas prácticas recomendadas

Entre las buenas acciones, el centro especializado aconseja "no arrojar alimentos, basuras, sustancias al agua, no producir ruidos fuertes para atraer o alejarlos, no bañarse o bucear en la zona de exclusión del espacio móvil (con velocidad máxima de cuatro nudos) y no interceptar la trayectoria, cortar paso, impedir el movimiento o separar o dispersar el grupo, o las crías". Por su parte, la Guardia Civil recomienda llamar al 112 si se encuentra un cetáceo, ya sea vivo o muerto, en la playa o cerca de la costa para que acudan profesionales a analizar el varamiento.