Las sectas son protagonistas de películas y ficciones de todo tipo, pero son un peligro real que tiene en torno al 1 % de la población española en sus manos, según los expertos. En la Comunitat Valenciana se calcula que hay más de 60 conocidas, lo que supondría que más de 50.000 personas han pasado por ellas teniendo en cuenta que hay más de 5 millones de valencianos.
No es casualidad que Alicante fuera la sede del IX Encuentro Nacional sobre Sectas, donde se analizó la situación del fenómeno sectario en España, país en el que se calcula que hay más de 250 entidades. Psicólogos, expertos, víctimas y familiares se congregaron para debatir sobre estos abusos.
El presidente de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (AIIAP), convocante del encuentro, Íñigo Rubio, explica que existe "mucho desconocimiento sobre el tema", que sobresale de entre otro tipo de abusos que se dan en el contexto laboral, en el colegio o dentro de la pareja.
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La Comunitat Valenciana y Alicante son para el experto "un buen lugar para ellas porque ofrece muchos atractivos aparte del clima, con sectas orientales, esotéricas, de yoga, meditación e hindú" que se ven atraídas por la buena calidad de vida.
La cifra que se maneja en el territorio valenciano es de 60 entidades, pero Rubio asegura que "hay muchas más de las que imaginamos, porque hay desde grupos grandes más organizados a microgrupos de cinco personas". Un factor que dificulta su rastreo es que su periodo de actividad difiere, con vidas largas y cortas.
No hay una definición clara de la palabra secta, aunque está cargada de un significado muy concreto en el imaginario colectivo. Al hablar de ellas "se piensa en casas con círculos de tiza en el suelo, rituales satánicos o relaciones sexuales fuera de lo ortodoxo", estas situaciones se dan en algunas de ellas, pero para Rubio generalizar sería tener una visión "muy reduccionista".
El concepto con mayor aprobación por los especialistas es el de grupos coercitivos, que engloban una serie de comportamientos que normalmente ocurren en grupos cuando se reúnen más de una o varias personas y que pueden ser abusivos o perjudiciales para los miembros.
"No hay una tabla de la ley que explique qué es una secta, pero suelen aislar a los individuos de su entorno, familia y amigos, y se profesa una devoción al líder o al gurú", añade. Ese líder no tiene por qué llevar una túnica, ya que, como explica el psicólogo, "puede ser tu jefe de tu trabajo".
Otra de las características de los grupos son la diferenciación entre el lado bueno, que incluye a los miembros de la organización, y los malos, los que están alejados de ellas. "Los que están dentro de una secta piensan que ellos son los puros y los de fuera, los impuros que no entienden nada". Además, suelen tener una jerga propia para reconocerse entre sí y hablar como con sus propios códigos.
Muchas de las personas que acaban en sus redes tienen problemas que la secta en cuestión promete resolver con una doctrina simplista, pero que permite explicar toda la realidad de forma puedan huir de la incertidumbre. La suma de los elementos mencionados hacen que la organización en cuestión sea sospechosa de ser una secta.
La configuración de entidades que abusan de sus miembros es muy diversa. Las hay religiosas de raíz cristiana y evangélicas, también con sus derivaciones, de ideas esotéricas, las de salud, psicoterapéuticas o de actividades curativas con procesos alternativos, y otras que no requieren de un espacio físico y que proliferan con las redes sociales.
Un ejemplo que pone el psicólogo de este último modelo son los asesores o mentores de Internet. El caso reciente más famoso es el de Amadeo Llados, menciona el presidente de AIIP. Los sistemas multinivel como el suyo, además de ser estafas piramidales, comparten características con las sectas. A través de la seducción, consigue que sus seguidores quieran "parecerse a él, tener la misma forma de hablar, separarse de la familia, tenerle devoción y darle dinero".
El panorama digital presenta nuevos retos al abrir el abanico y no depender del ámbito local y pasar a uno global mediante las redes sociales, sin necesidad de que conozca físicamente al líder ni entre sus miembros.
Para finalizar, el experto en abuso psicológico resalta algunos consejos básicos para ayudar a familiares si se sospecha que se pueden estar aprovechando de él. Asemeja la relación entre individuo y organización a la de "un adicto a una droga".
Una recomendación importante es "ponerse en contacto con profesionales que sepan aconsejarles". Lo que hay que hacer es "intentar entenderles desde la empatía, porque es un proceso lento que requiere de paciencia, puede durar años". Mantener abierta la línea de comunicación es otro factor que destaca, así como crear una relación basada en la confianza y no a través del control o la critica hacia él o su grupo, lo que lo pondría en contra.