Alicante cuenta con personajes importantes para la historia de España, pero algunos alicantinos también han dejado su huella al otro lado del 'charco'. Uno de esos locales que hicieron carrera en América fue Francisco Domingo Joseph Bouligny, quien llegó a ser gobernador de Luisiana y a tener un destacado papel en la Guerra de Independencia de Estados Unidos.
Los estadounidenses deben a la provincia un porcentaje de lo que son en la actualidad. Sin la ayuda y la lealtad de algunas figuras como Bouligny y Juan de Miralles Trayllon o los uniformes hechos en las fábricas de paños de Alcoy, a lo mejor no hubieran tenido la misma suerte ante el Reino de Gran Bretaña y seguro que los soldados hubieran pasado más frío.
La historia de Bouligny comienza en el 1936. Nace en Alicante en el seno de una familia franco-española, con su padre afincado en el país desde 1711. Ingresó pronto en el Ejército y con 18 años terminó su formación como cadete y puso rumbo a las Américas con el uniforme militar, según recoge la Real Academia de la Historia.
[Los uniformes 'made in Alcoy' que vistieron los soldados americanos en la Guerra de Independencia]
A los años, en 1763, fue ascendido al grado de teniente y se le destinó a La Habana en su primera etapa lejos de casa. Allí, como explica la academia, permaneció hasta 1969 y luego se le envió al territorio de Nueva Orleans como intérprete del conde Alejandro O’Reilly, mariscal de campo y capitán general de Andalucía, gracias al su dominio del francés durante las negociaciones derivadas de la insurrección de 1768.
Su buen trabajo le sirvió para ascender al rango de capitán. Decidió establecerse en la colonia Española de Luisiana, recién adquirida en por el Tratado de París (1763) como compensación por la pérdida de La Florida (recuperada por España en 1783) a manos de los ingleses en la Guerra de los Siete Años.
En el momento que se convirtió en española tan solo tenía 50.000 habitantes en una extensión de entre 2.140.000 km2; y 2.275.940 km2; espacio que englobaba varios estados actuales estadounidenses y ocupaba el país de norte a sur. Su capital y sede de gobierno era Nueva Orleans y con su incorporación el Imperio español llegó a su mayor tamaño.
Desde Nueva Orleans, Bougliny se alió con Trayllon para recibir mercancía, armas y ropa de España y guarnecer a las tropas estadounidenses, lo que obligó a los británicos a destinar tropas para cubrir Luisiana y Florida, desprotegiendo otros puntos del territorio y debilitando su estrategia en la Guerra de Independencia.
Allí encontró el amor y se casó "con una influyente criolla de nombre Marie Luise Senechal d’Auberville". Pero su ejemplar carrera se puso en peligro cuando estando destinado al Batallón de Luisiana, en mayo de 1773 fue acusado formalmente y suspendido de sus funciones por cometer irregularidades en el Libro Maestro de Filiaciones. Sus contactos le libraron del castigo y gracias al apoyo de O’Reilly no fue incriminado.
"En mayo de 1775 regresó a España, donde el 15 de agosto de 1776 presentó al poderoso ministro de Indias José de Gálvez la Memoria Descriptiva de la Colonia de la Luisiana, que no sólo contó con el visto bueno de la Corte y del mencionado ministro, sino que además tuvo una influencia decisiva en la posterior formulación política seguida por el Gobierno español en la colonia", menciona la Real Academia de la Historia.
Gálvez le nombró como nuevo teniente gobernador y creó una memoria con la que se introducirían importantes mejoras en el territorio americano. Con los consejos de Bouligny, se reforzó el sistema defensivo, se diversificó la agricultura con diversas medidas, se combatió el "dañino" comercio británico, y se mejoraron las relaciones con los indios, siempre de acuerdo con las recomendaciones de Bouligny.
A pesar del progreso, la relación entre Gálvez y el alicantino se enfrió al ver este último que el reconocimiento de todo su trabajo iba a parar al gobernador. Otra de sus buenas actuaciones terminó con la fundación de una ciudad llamada Nueva Iberia. Fue cuando empezaron a llegar colonos canarios y se asentaron en un primer momento en la región de la Guachita. El militar se dio cuenta de que la zona era muy peligrosa para ellos y realizo una expedición que terminaría con la creación del nuevo poblado.
Razón no le faltaba, ya que ese mismo año comenzó la guerra contra los ingleses, campaña en la que participó activamente con una gran eficacia y valentía. Estuvo en los enfrentamientos de Baton Rouge, Mobile y la importante batalla de Pensacola bajo las órdenes de otro Gálvez.
El malagueño Bernardo de Gálvez logró distraer a los enemigos en la Florida, consiguiendo así una crucial victoria en el año 1971. Por su parte, Francisco Bouligny mantuvo a raya a los enemigos en el valle del Misisipi con una estrategia política, militar y de colonización en las tierras que hizo imposible la reagrupación de los ingleses y ayudó a la victoria que terminaría con la creación de los Estados Unidos de América.
Su eficacia dentro y fuera del campo de batalla le llevaron a ser nombrado gobernador interino de Luisiana, eso sí, tan solo por unos meses, entre julio y septiembre de 1799, justo entre la muerte de Ganoso de Lemos y el marqués de Casa Calvo. En 1800 ascendió a general de brigada, año en el que falleció en Luisiana, donde dejó un legado imborrable ya olvidado en Alicante.