Alicante

Dejar a tu país de origen para entablar un viaje sin llegada asegurada para intentar reconstruir tu vida. Tal es la realidad de miles de personas que se ven obligadas a tomar una decisión nada fácil para mejorar sus condiciones de vida y cursar en Europa estudios superiores y acceder a empleos de calidad, muchas veces inexistentes en sus países.

Unas personas que, además de vivir una etapa muchas veces traumatizante, se enfrentan con unos procedimientos complejos y muy lentos para poder regularizar su situación en España.

En el año 2023, 56 embarcaciones precarias han sido rescatadas cerca del litoral alicantino, donde viajaban 776 personas migrantes: 735 hombres y 41 mujeres y 82 menores, según datos facilitados por Cruz Roja. Unas cifras que doblan por poco las del año anterior, cuando fueron rescatadas 410 migrantes.

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De los 1 950 357 habitantes que figuraban en el censo de la provincia de Alicante a fecha de 2023, 388.748 son extranjeros, de los cuales 114.834 provienen de la Unión Europea y 273.914 de otros países no comunitarios, según el Instituto Nacional de Estadísticas.

Para figurar en el censo de empadronamiento es necesario tener todos los papeles en regla y estar en posesión de, al menos un contrato de alquiler o de propiedad y del Número de Identidad de Extranjero (NIE), un documento necesario para realizar cualquier trámite siendo extranjero en España. 

Sin embargo, la obtención de esta documentación no se logra de un día para otro, sino que requiere de un largo y, a veces, interminable proceso que se complica todavía más en casos de no conocer el idioma o llegar a Alicante en una situación de vulnerabilidad.

Para ello, lo primero a lo que recurren las personas migrantes nada más llegar a nuestro país es intentar pedir el derecho al asilo, un procedimiento que, en caso de ser aceptado, puede tardar más de 6 meses en regularizar la estancia en España.

Visibilizar historias desde el arte

Con el fin de visibilizar este procedimiento por el que tienen que pasar miles de personas cada año en España, la artista e investigadora Bea Millón organiza unas jornadas en torno a la migración y al mar Mediterráneo, junto con el Museo del Mar de Santa Pola y el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana.

Algunas cometas creadas durante las jornadas. Bea Millón

Bajo el nombre "Hay tantas olas como cuerpos en el mar", el proyecto artístico pretende abordar el tema de la regularización, a la vez que crear un espacio de intercambio entre personas migrantes y cualquier persona abierta a participar para compartir experiencias de vida.

Coincidiendo con el Día de África celebrado el sábado 25, este fin de semana, varias personas, junto con organizaciones como Cáritas y otras asociaciones sociales, organizaron un taller de cometas senegalesas en la playa de Santa Pola para compartir experiencias.

En las cometas, cada persona podía escribir su propia historia y su experiencia de cómo llegó a España, un proyecto a cargo de Abdoulaye Ndong y Mbaye Diouf dentro del Espacio África del festival de Alacant Desperta.

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En paralelo y dentro del festival Alacant Desperta, una avioneta se encargó de sobrevolar la costa con una lona difundiendo el mensaje de "Regularización ya, hay tantas olas como cuerpos en el mar", en colaboración con la plataforma Regularización Ya y cuya lona queda a disposición de cualquier colectivo de personas migrantes bajo la custodia de Bea Millón.

En el año 2023, cerca de 4.000 personas murieron entre el Mediterráneo y el Atlántico ante la falta de vías legales y seguras para poder llegar a Europa sin tener que arriesgar sus vidas. Se trata de una de las peores cifras de la última década, según señala la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

La lona "Hay tantas olas como cuerpos en el mar". Bea Millón

Unas cifras que lleva a Bea Millón a calificar el Mediterráneo de "fosa común de personas africanas". Con este proyecto, también pretende denunciar la excesiva lentitud del proceso de regularización para las personas que llegan a España: "Es un desastre. La mayoría de las personas no pueden trabajar porque el proceso de regularizar sus papeles es demasiado lento, y no pueden tener papeles porque no trabajan, es un círculo sin fin".

A pesar de estos procedimientos "interminables", la artista destaca la "gran fuerza de voluntad" y la "gran resiliencia" de estas personas, además de enfatizar en su "gran habilidad para aprender rápido el español".

Los que lo han vivido

Unos procedimientos por los cuales han tenido que basar Birivian y Bailo. En el año 2015, Birivian salió junto a sus hijos de 1 mes, 3 años y 5 años desde Irak hasta Turquía en busca de un mejor futuro para sus hijos. De Turquía salieron a bordo de una patera hasta Grecia, cayendo su bebé de un mes al agua y teniendo que ser asistido en un hospital. Tras una semana de cuidados, tuvieron que quedarse durante un año y medio en un campo de refugiados, periodo tras el cual un fueron acogidas en España mediante el Programa de Reasentamiento europeo, facilitándoles un viaje en avión hasta Madrid "en busca de una vida mejor".

Birivian, durante las jornadas en la playa de Santa Pola. Bea Millón

Tras el procedimiento de entrevistas con la Policía, les fue concedido el derecho al asilo, una condición que les permitió acceder a una vivienda de acogida en Elche. Tras este periodo y tener todos los papeles en regla, Birivian vive actualmente a cargo de sus tres hijos gracias a las ayudas a la renta de alquiler de personas refugiadas, compaginando sus estudios de español con trabajos precarios. De cara al futuro, sueña con trabajar de cajera para "interactuar con la gente" y "tener un trabajo digno".

En el caso de Bailo, llegó a España en el año 2021 desde Senegal, embarcando en una patera desde Marruecos hacia Canarias. Tras trabajar en varios pequeños empleos mientras se hallaba esperando a que le concedieran el asilo en Alicante (ciudad a la que fue reasentado), se encuentra dando clases de español a otras personas migrantes y tiene un canal de YouTube con videos para aprender español. Sin embargo y a pesar de sus esfuerzos, todavía no está en posesión del derecho al asilo. En una conversación con este diario en un castellano fluido, asegura "querer obtener todos los papeles para poder trabajar legalmente y contribuir al crecimiento de España".