Una gran operación de las fuerzas de seguridad de cinco países de Europa ha desarticulado una red criminal acusada de sustraer vehículos de alta gama. Y en el centro de esta organización, un ruso que desde la provincia de Alicante se encargaba de la financiación.
Esta persona, según explica la Policía Nacional a través de un comunicado, está acusada de encargarse de los flujos financieros realizados entre las distintas ramas de la organización. En esta operación coordinada por Europol y Eurojust se han realizado 70 entradas y registros en España, Alemania, Francia, Polonia y Ucrania.
¿Qué es lo que hacía esta organización? La investigación señala el incremento de sustracción de vehículos de alta gama en empresas de alquiler como una de las bases de la supuesta organización. Estos se enviaban luego por vía marítima a terceros países.
El ruso establecido en Alicante se encargaba de financiar el envío de estos contenedores, según la investigación. Como explican, la organización criminal se dividía en cinco estratos con funciones perfectamente delimitadas y definidas. Y desde la provincia se responsabilizaban también de blanquear los beneficios obtenidos.
Mantener el flujo engrasado de esta red requería de una gestión del dinero que el ruso había creado "un complejo entramado de cuentas bancarias". Gracias a que estas se encuentran localizadas tanto en países europeos como en terceros países y en diversas divisas podía llevar adelante toda su contabilidad y el manejo de los asuntos por todo el mundo.
El máximo responsable de la organización, según los investigadores, es un ciudadano de origen ruso que se había establecido en una urbanización de Marbella. Desde la provincia de Málaga se encargaba de la organización del aparato logístico y utilizaba documentación y matrículas falsas de diversos países.
Uno de los puntos que destacan desde Policía Nacional sobre este entramado es que buscaban perfiles muy específicos que favoreciesen la actividad criminal. En concreto, mujeres ucranianas. Así, según razonan, se aprovechaba de la guerra con Rusia y captaban a personas con bajos recursos económicos.
Estas mujeres, en su mayoría aunque también había hombres ucranianos de avanzada edad, eran los que viajaban por Europa para alquilar vehículos de lujo que luego entregaban a la organización. De hecho, eran capaces de alquilar cinco o seis vehículos por viaje en distintos países europeos.