Alicante

La tormenta de esta semana no soluciona la sequía de los campos de Alicante, que con las altas temperaturas del verano se convierten en focos potenciales de incendios. Con el fin de evitar que las llamas ataquen la provincia estos meses, se prepara un dispositivo de extinción especial para estar preparados ante las emergencias.

El último gran fuego en Alicante lo causó precisamente un rayo que se combinó con condiciones climatológicas adversas que lo avivaron (tiempo extremadamente seco y rachas de viento cambiantes). El incendio de Vall d'Ebo del verano de 2022, con 12.000 hectáreas quemadas en un perímetro superior a 80 kilómetros y con varias comarcas afectadas, fue el segundo más grave de la década.

El oficial del Consorcio Provincial de Bomberos César Alcaraz explica que el periodo de sequía les ha puesto "más alerta de lo normal ante posibles incendios forestales". El especialista no solo ve peligro en las condiciones meteorológicas y resalta las características del campo alicantino. "El abandono rural que hay en los pueblos hace que los campos sean más propicios a la propagación del fuego debido a que no se trabaja como antaño, cuando las plantaciones actuaban de cortafuegos natural ", señala.

El nivel de preemergencia de la Comunitat Valenciana es el 3, el máximo. Los factores ambientales y meteorológicos del territorio exigen precaución, más si cabe en la época estival. El Consorcio ha aumentado dos efectivos durante todo el año y establece "unos retenes fijos en verano en zonas de costa que tengan una gran afluencia de población", indica el oficial.

La Marina Baja, el Bajo Vinalopó y la Vega Baja son comarcas señaladas en rojo por recibir a miles de personas y doblar e incluso triplicar sus habitantes en algunas poblaciones en los próximos meses. Además, asegura que desde hace dos años hay cuatro camiones itinerantes por toda la provincia para atender "cualquier tipo de emergencia, ya sean incendios, accidentes de tráfico u otros sucesos, y estarán activos hasta septiembre".

El Consorcio de Bomberos está formado por 13 parques, ocho principales y cinco auxiliares con unos efectivos en los centrales entre 8 y 11, "porque no es lo mismo Benidorm que Elda, y en los auxiliares mínimo hay cinco". Esto hace que el total de bomberos sea de 105 en invierno y en verano oscilen entre los 130 y 140.

Los fuegos más importantes del 2024 fueron los de Xàbia y Tárbena el pasado abril, donde se quemaron cerca de 800 hectáreas. Alcaraz sostiene que el año "no está siendo muy significativo en cuanto a incendios forestales, como sí ocurrió hace dos años".

Gráfico de incendios forestales en la Comunitat Valenciana entre 1993 y 2022.

Con el paso de los años, los incendios han descendido tanto en cantidad como en tamaño. El bombero atribuye este factor a "la concienciación de la población. Es importante no cometer negligencias, ya sea por ocio con barbacoas o cuando se haga algún tipo de hoguera o quema agrícola", como ocurrió en Tárbena.

El cambio climático influirá y puede revertir la tendencia, por lo que los equipos de extinción tendrán que prepararse y adaptarse. Sin embargo, el experto asegura que "el factor más determinante de los últimos 50 años en Comunitat Valenciana ha sido el incremento de masa forestal, al contrario de lo que la gente pueda pensar, hay muchos más árboles que en 1950". 

No solo la naturaleza ha cambiado, también lo han hecho los medios de los bomberos. En los últimos 40 años "se le ha dado la vuelta al servicio, se puede decir que el Consorcio de Alicante es de los más punteros de España en efectivos y material", resalta Alcatraz, quien manifiesta que los equipos están listos para enfrentar los retos del presente y del futuro mientras siguen "en continua evolución".