Alicante

La Guardia Civil, en el marco de la operación "Bakura", que se encuentra dentro del Plan para la detección del uso de cebos envenenados, ha investigado en Alicante a tres hombres, de entre 50 y 64 años, por la comisión de dos delitos contra la fauna y la flora, por el uso de veneno para dar muerte a especies silvestres y la afección a especies protegidas. Durante la intervención han sido retiradas del campo más de 300 dosis de veneno y sacos con 9 kilos del almacén de la finca.

Los agentes de la patrulla del Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Alicante, durante uno de los servicios de la operación "Bakura", para la detención del uso de cebos envenenados, mientras vigilaban las fincas agrícolas del municipio de Alicante, sorprendieron in fraganti en una de ellas a una persona que portaba un cubo, del que extraía y arrojaba al suelo pequeñas capsulas.

Al acercarse al individuo para aclarar la situación, los agentes observaron que el cubo se encontraba lleno de capsulas de rodenticida (pesticida para roedores), que iba arrojando de forma indiscriminada al interior de las madrigueras de conejos que se encontraban al aire libre.

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El uso de este tipo de productos se restringe al interior de inmuebles y alrededores y siempre colocado en portacebos, encontrándose dirigido a ratones y ratas. El uso en el medio natural cuando pueda afectar a especies silvestres se encuentra totalmente prohibido, pudiendo afectar a la cadena trófica y así finalmente llegar a los humanos.

Una vez los investigadores comprobaron los hechos, solicitaron el apoyo de más agentes del SEPRONA para realizar un reconocimiento más exhaustivo de la explotación, y así localizar y retirar todos los envases de rodenticida que hubieran colocado, al parecer, con la finalidad de eliminar conejos.

Durante el reconocimiento, los agentes retiraron de la finca más de 300 dosis de rodenticida repartidas por la finca, localizando además restos de cadáveres de conejos y de un ave protegida. Los investigadores, durante la inspección, también hallaron en un almacén de la finca otros seis envases con 9 kilos más de este producto.

Una vez comprobada la documentación aportada por el sospechoso, los investigadores pudieron determinar que se habían usado 6 kilos de rodenticida, procediendo a la intervención de las 300 dosis localizadas en el suelo de la finca y los 9 kilos localizados en el almacén.

Tras el análisis de las pruebas obtenidas, los agentes procedieron a la investigación de tres hombres relacionados con los hechos, con edades comprendidas entre los 50 y los 64 años, a los que se les imputan dos delitos contra la flora y la fauna, por el uso de veneno para dar muerte a especies silvestres y la posible afección a especies protegidas, dando cuenta de estos hechos a los Juzgados de Alicante.