El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha anunciado que el Gobierno liberalizará durante la noche de este lunes la autopista AP-7 en Alicante hasta el 15 de octubre para analizar el trasvase de vehículos de la autovía A7, que cuenta con tramos con más de 95.000 vehículos diarios, informa Europa Press.
El ministro ha explicado que la autovía A7 cuenta con tramos con más de 95.000 vehículos diarios, mientras que la autopista de peaje AP7 cuenta con unos 5.000 vehículos, por lo que hay "una autovía gratuita colapsada y una autopista de peaje con un volumen de viajeros muy bajos y que produce ingresos muy pequeños".
En este contexto, ha apuntado que se planteaban dos alternativas: una obra de mejora en la A7 para construir el tercer carril, que "no bajaría de 350 millones de euros de inversión y llevaría unos cuantos años, no menos de una década"; o liberalizar el peaje y provocar un trasvase de vehículos a la AP7, autopista en la que actualmente "solamente un 7 por ciento del total del tráfico son vehículos pesados".
Por ello, ha avanzado que a partir de esta noche y durante los próximos tres meses, hasta el 15 de octubre, la AP7 será gratuita, en una prueba piloto para "analizar el trasvase de tráfico entre ambas carreteras". Con esta medida, prevén que la AP7 absorba "en torno a 25.000 vehículos diarios, los que forman parte del tráfico de largo radio que utiliza la A7 por ser gratis".
De esta forma, antes de tomar una decisión definitiva sobre la posible liberalización permanente, realizarán esta prueba durante los meses de verano y parte de octubre para "hacer un diagnóstico lo más acertado posible".
Evitar accidentes
Puente ha señalado que el tramo de pago de la AP7 en Alicante produce ingresos "de entre dos y tres millones de euros al año" y ha sostenido que "lo que es seguro" con la liberalización temporal es que "se evitarán accidentes, habrá mejor circulación, mayor seguridad, menores tiempo de desplazamiento y también se reducirá la contaminación".
Al mismo tiempo, ha afirmado que esta decisión no implica la renuncia a construir el tercer carril de la A7, pero ha insistido en que es "un trabajo que va a llevar años y no es la solución a corto plazo que la provincia de Alicante y su circulación necesita".
No obstante, ha avanzado obras de mejora en la A7 para "aumentar su capacidad", como la construcción del tercer carril entre los enlaces de la A77 y la A3, en un tramo de 4 kilómetros, con una inversión de 50 millones de euros. Se trata del tramo "más congestionado, con 94.000 vehículos al día".
Asimismo, también ha resaltado que destinarán 40 millones de euros a mejorar los enlaces de las Atalayas y el acceso a la universidad. De esta forma, "en paralelo a la liberalización, hay 90 millones de euros encima de la mesa para el tercer carril y la mejora de dos enlaces", en las zonas donde se encuentra la parte "más conflictiva del tráfico".