La acogida de menores extranjeros no acompañados (menas) en la Comunitat Valenciana está acaparando la actualidad política en las últimas semanas. En medio de la controversia, Vox ha decidido renunciar a 23 altos cargos en el Gobierno valenciano en protesta por la llegada de 23 nuevos jóvenes. Este movimiento ha creado dos bandos entre los que ven como un gesto de solidaridad y humanidad prestar servicios básicos a adolescentes sin familia ni recursos y los que lo consideran una amenaza a la estabilidad autonómica y nacional. Todo este ruido deja en el aire la pregunta: ¿realmente representan un problema para la región?

En toda España, se estima que hay alrededor de 13.600 menas, según el último informe de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras. No obstante, datos recopilados por diversas consejerías autonómicas sugieren una cifra ligeramente inferior de 13.431, indicando una discrepancia de 169 menores cuya situación exacta no está clara.

Este diario publicó un reportaje en el que se preguntó a todas las comunidades autónomas cuántos menas acogían para dibujar un mapa de la problemática en España debido a la falta de claridad en las cifras.

Como resultado, se pudo conocer que los territorios con mayor número de menas son Canarias (5.500), Cataluña (2.369), Andalucía (740), País Vasco (723), Comunidad Valenciana (481), Islas Baleares (309), Ceuta (300), y Melilla (280). En contraste, las regiones con menos menas son Navarra (100), Asturias (89), Castilla-La Mancha (84) y La Rioja (9).

Con una población de aproximadamente 5 millones de personas, la Comunitat Valenciana acoge a 481 jóvenes extranjeros. Esto representa cerca del 3,6 % del total nacional.

Para poner estas cifras en perspectiva, 481 menas representan solo el 0,0096 % de la población valenciana. Además, si todos los menas acogidos en la región se reunieran en el estadio de Mestalla, que tiene una capacidad de alrededor de 49.500 espectadores, ocuparían menos del 0,1 % de las butacas del estadio. Alternativamente, 481 personas en un TRAM doble, con capacidad para 554 pasajeros, llenarían menos de un tranvía, tan solo el 87% del espacio.

Si consideramos la proporción, hay un mena por cada 10.394 valencianos. Este ratio ayuda a contextualizar la situación y a plantear si la percepción de amenaza que algunos sectores políticos difunden está justificada.

Aumento de las acogidas

En los últimos años, la Comunitat Valenciana ha visto un aumento significativo en la llegada de niñas, niños y adolescentes migrantes sin referente familiar. Este crecimiento ha demandado una respuesta coordinada por parte de las instituciones públicas para asegurar una atención adecuada y efectiva. Las medidas adoptadas están alineadas con el principio del interés superior del niño, conforme a la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), señalan desde el portal de la Generalitat.

El proceso de acogida incluye varias fases críticas: la identificación y registro del menor, la designación de un tutor legal, la provisión de alojamiento y atención básica, y el acceso a la educación y servicios de salud. Además, se implementan medidas preventivas contra la explotación y el maltrato, garantizando la seguridad y el bienestar de los menores.

Determinar la edad de los menas es un proceso esencial y complejo que implica no solo la evaluación física, sino también la madurez psicológica del menor. Este procedimiento debe llevarse a cabo con criterios científicos y de manera imparcial, siempre en beneficio del menor. En caso de dudas, se otorga el beneficio de la duda al joven, asegurando que reciba la protección adecuada, según explica la Generalitat

La evaluación incluye la verificación de documentos como pasaportes, tarjetas de residencia, documentos de viaje emitidos por ACNUR y certificados de otros países que acrediten la identidad y edad del menor. 

Polémicas xenófobas

La cuestión de los menas ha sido utilizada como arma política en la Comunitat Valenciana. Vox, en particular, ha protagonizado varias controversias al vincularlos con problemas de seguridad y orden público. En València, la concejala de Vox, Cecilia Herrero, ha sido investigada por la Fiscalía tras publicar los siguientes mensajes en sus redes sociales: "Tanta reconquista para acabar pagándoles la invasión a los moros", "Asco. Son salvajes. Fuera África de la Europa civilizada" o "el moro nos está invadiendo mientras se rearma", entre otros.

En Alicante, también se han hecho afirmaciones que relacionan la violencia en la Zona Norte de la ciudad con grupos de menas. Vox alegó que estos menores extranjeros atemorizaban a los vecinos con actos de violencia, incluyendo peleas, apuñalamientos y disparos. Estas declaraciones llevaron a Compromís a presentar una denuncia, acusando a Vox de incitar al odio y de cometer un delito contra los derechos fundamentales.