Tan cerca y a la vez tan lejos. Las playas y calas de Alicante rebosan de turistas y locales en verano. La mayoría de ellos se tumba en la arena o se bañan sin saber lo que tienen a pocos metros de ellos. La riqueza de los paisajes submarinos de la Costa Blanca es tan amplia como desconocida. Entre los rincones más cautivadores y menos masificados se encuentra la cala de la Cova de Llop Marí en El Campello, en la que se puede disfrutar de una de las mejores rutas de snorkel de la provincia.

Esta cala, con su combinación de tranquilidad, riqueza natural y paisajes subacuáticos, ofrece una experiencia única para los amantes de esta práctica y es una oportunidad para iniciarse en ella para los que busquen un plan más allá de la toalla. 

Al sumergirse en la cala de la Cova de Llop Marí, alejada de la masificación que caracteriza a otras zonas turísticas como, por ejemplo, la cala del Portichol, los buceadores son recibidos por un fondo rocoso lleno de vida. Pulpos que se ocultan en las grietas, sargos plateados que nadan en grupos y coloridas salpas doradas que pastan en las praderas de posidonia son muestra de su gran biodiversidad.

Para Rafa Martos, técnico de buceo e instructor de actividades acuáticas, "la diversidad y cantidad de especies que puedes encontrar en esta cala es impresionante". La posidonia, una planta marina clave en el ecosistema mediterráneo, no solo embellece el paisaje, sino que también es el hogar de más de 1.500 especies diferentes, funcionando como una guardería natural para muchos seres marinos.

En cuanto a las características técnicas de la ruta, no se requiere equipo especial ni experiencia previa para disfrutar del snorkel en esta cala. "Lo único que se necesita es saber nadar y unas gafas de buceo", explica el experto, quien la recomienda para todos los públicos. La baja profundidad de las aguas, que oscila entre uno y dos metros, permite que incluso los más pequeños puedan disfrutar de la experiencia.

Recorrido

El recorrido sigue una pared sumergida paralela al litoral, lo que facilita la exploración del fondo marino sin necesidad de sumergirse a grandes profundidades. Una de las atracciones más destacadas de esta ruta es la cueva que se esconde en la pared de la cala. "Si el mar está tranquilo, se puede entrar y explorar la cavidad, lo cual añade un elemento de aventura al paseo", señala Rafa.

La cueva no solo es un refugio para la vida marina, sino también un enclave de singular belleza. Dentro de ella, se pueden encontrar pequeños peces que aprovechan la calma del lugar, así como diversas formaciones rocosas que han sido moldeadas por el mar a lo largo de los años. 

En este trayecto, es posible observar diferentes tipos de fondos marinos: rocosos, arenosos y praderas de posidonia. Cada uno de estos entornos alberga una fauna y flora específicas que contribuyen a la riqueza del ecosistema.

El fondo rocoso, en particular, es el más interesante para los buceadores, ya que ofrece un escenario variado y lleno de vida. Entre las grietas y pliegues de las rocas, es común encontrar pulpos y diversas especies de peces que se refugian en estos escondites naturales. Por otro lado, el fondo arenoso, aunque aparentemente menos llamativo, también tiene su encanto. En este entorno, es posible observar cómo los peces se camuflan y adoptan la forma y textura de los granos de arena para pasar desapercibidos.

Para aquellos interesados en explorar más espacios similares, Rafa recomienda visitar buceoysnorkel.es, una página web que ofrece información detallada sobre diversas rutas de snorkel y buceo en la Costa Blanca. Esta plataforma proporciona infografías y descripciones de los fondos marinos, facilitando la planificación de estas aventuras subacuáticas.

En el portal, también se puede encontrar su libro, titulado Snorkel en la Costa Blanca, "una guía imprescindible" para disfrutar con rutas en Dénia, Jávea, Benitatxell, Moraira, Benissa, Calpe, Altea, Benidorm, Villajoyosa, El Campello, Alicante, Tabarca y Santa Pola.