Un león y una elefanta del Safari Aitana.

Un león y una elefanta del Safari Aitana.

Alicante

Helados de sangre para leones y sandías para elefantes: así se combate el calor en el Safari Aitana

El refugio de Alicante da a sus animales fruta congelada, mantas frescas, y sesiones de manguera para soportar las altas temperaturas.

30 agosto, 2024 07:45
Alicante

Un turista acalorado que pasea por alguna de las playas de Alicante y un león que camina sin rumbo por la sierra de Aitana bajo un sol abrasador comparten la búsqueda de algo refrescante, como un helado, con la diferencia de que uno seguramente sea de vainilla y el otro de sangre congelada.

En el parque de rescate de animales Safari Aitana, el verano también puede volverse duro. Los animales que han sido rescatados de situaciones adversas y que ahora habitan este santuario deben enfrentar altas temperaturas, aunque ligeramente inferiores a las de otros puntos de la provincia por estar a 1.000 metros sobre el nivel del mar.

Los métodos para combatir el calor varían según la especie. Los leones y tigres, por ejemplo, disfrutan de un peculiar manjar que en cualquier otro contexto podría resultar macabro: "Les damos helados de carne y sangre congelada. Colocamos la carne en cubos con sangre y los dejamos congelar", señala Laura Sevila, cuidadora del Safari Aitana.

Por su parte, las elefantas, uno de los animales favoritos de los visitantes, disfrutan también de refrescantes sesiones con mangueras. Sevila menciona que, además, se les da de comer frutas congeladas. "Vaciamos sandías y las rellenamos de zumo y fruta congelada", resalta la responsable.

"Nuestras elefantas, que tienen 42 y 44 años, se han vuelto un poco más cómodas con la edad. Ahora prefieren cubrirse de barro para protegerse del sol y de los insectos en lugar de sumergirse por completo en los lagos como solían hacerlo", comenta la cuidadora.

Para cada tipo de animal, hay un remedio contra el calor. Un buen ejemplo de ello son los suricatos, a los que se les colocan mantas refrigerantes hechas con un rectángulo de gel frío. En cuanto a las aves, los cuidadores han implementado el uso de botellas con pulverizadores para rociarles agua. Todo ello se suma a los espacios creados por los trabajadores para dar sombra a los animales que necesiten descansar del sol.

¿Calor o frío?

"Tenemos en cuenta el clima del parque tanto en invierno como en verano antes de acoger a un nuevo animal", explica Sevila. "Por lo general, los animales suelen soportar mejor el calor que el frío, pero hay excepciones, como los lobos árticos, que buscan refugio bajo tierra en sus propias madrigueras para mantenerse frescos".

Este espacio de un millón de metros cuadrados cuenta con varios lagos, algunos naturales y otros artificiales. Este año se han librado de quedarse vacíos gracias a las lluvias, que, aunque escasas, han arrojado gran cantidad de agua, permitiendo que los tigres puedan disfrutar de largos baños.

Sin embargo, el parque no es un lugar fácil para los reptiles. Debido a las limitaciones energéticas del recinto, que funciona principalmente con energía solar, es difícil mantener las temperaturas adecuadas para estos animales, especialmente en invierno.

"No podemos tener muchos reptiles, ya que requieren bombillas de calor que consumen demasiada energía. Por eso, seleccionamos especies que puedan soportar las temperaturas más bajas o que hibernen, como algunas tortugas", afirma Sevila.

A pesar de estas limitaciones, el parque ha logrado crear un ambiente adecuado para algunas especies de reptiles que han sido rescatadas. Recientemente, el parque acogió un grupo de diez tortugas rusas y una tortuga de espolones africana que pesa 32 kilos.

Visitantes y el calor

La cuidadora afirma que el verano no es la época en que más visitantes reciben, sobre todo al comienzo de la temporada, "cuando todo el mundo quiere ir a la playa". Durante el verano, la afluencia de turistas varía, siendo más intensa en días nublados o en aquellos en los que la temperatura es más soportable.

Precisamente es en esos momentos o temporadas con climas más suaves cuando más fácil es ver a los animales, ya que en verano suelen esperar a que caiga el sol para salir, mientras que en otras estaciones están mucho más activos durante el día.

Este recinto, creado en 1975 con animales rescatados de circos, otros parques y particulares, ahora es el hogar de especies originarias de cinco continentes. El concepto es sencillo: "En vez de estar el animal en jaulas, es el visitante quien está encerrado en su vehículo", indica la cuidadora.