Alicante

Una mujer española y un hombre marroquí han sido detenidos en Madrid y en Algeciras por estafar más de 6.000 euros a una víctima de Elda mediante la famosa técnica del phishing.

Los arrestados, de 27 años y 22 años, respectivamente, engañaron a través de un mensaje por teléfono móvil que enviaron a la víctima y que supuestamente procedía de su entidad bancaria, comunicándole que estaban realizando movimientos fraudulentos y que debía clicar en un enlace adjuntado en el SMS para consultarlos.

Después de seguir el enlace recibió una llamada de un supuesto trabajador de la entidad bancaria, el cual le dijo que le iba a remitir varios mensajes con códigos, debía introducirlos en su aplicación para evitar las transferencias fraudulentas, si bien, posteriormente descubrió que se trataba de una estafa y que, por medio de los códigos, había transferido 6.167 euros a dos cuentas distintas.

La Policía Judicial logró identificar y ubicar a los implicados, que residían en Madrid. Tras las gestiones oportunas se logró detener a la mujer implicada en la misma capital. Poco tiempo después se localizó al varón en el Puesto Fronterizo de Tarifa (Cádiz), procediéndose igualmente a su detención.

Los detenidos pasaron a disposición de los Juzgados de Instrucción de guardia de Madrid y Algeciras respectivamente, siendo remitida toda la investigación al Juzgado de guardia de Elda.

Aumento de estafas

La Policía Nacional advierte del aumento desmedido de las infracciones, que hacen que en el último año hayan recibido en la provincia más de 1.200 denuncias de personas estafadas. Esto da una media de 100 al mes y más de tres cada día solo de engaños que superan los 1.000 euros.

Entre las estafas que más llenan los bolsillos de los delincuentes y vacían los de los alicantinos, destacan el phishing, el smishing y el 'hijo en apuros'. Todos ellos se basan en ingeniería social, una práctica ilegal de obtener información a partir de datos compartidos legalmente en internet a la hora de comprar un producto o aceptar permisos.

Las personas que coinciden con el perfil buscado reciben correos simulando ser su compañía bancaria o un organismo público con enlaces que contienen virus maliciosos. Si pinchas, atacan las contraseñas de datos bancarios. "Después necesitan ir al siguiente paso. Normalmente, te llaman telefónicamente y te dicen que tienes unos cargos reales al saber tus datos, pero también aseguran que hay un cargo fraudulento. La víctima reconoce los datos al ser los reales, por lo que se fía", señala el jefe del Grupo de Delincuencia Económica, el inspector Mariano Blanco,