Alicante

Si hay algo que tienen en común estas tres ciudades valencianas, Elche, Alicante y Castellón de la Plana, es que todas gozan de buena salud económica. Así lo refleja la Fundación para el Avance de la Libertad (Fundalib) en su último Índice de Libertad Económica en las Ciudades Españolas (ILECE), que han presentado este miércoles en Madrid. 

La séptima edición, que han elaborado Santiago Calvo y Juan Pina, coloca a la ciudad de Alicante en primer lugar, con una puntuación de 68,54 y una situación de libertad económica 'satisfactoria'. El segundo puesto es para Castellón (67,82 p); en tercer lugar, Santa Cruz de Tenerife (67,48); y en séptimo lugar, otra ciudad de la Comunitat Valenciana, Elche (62,83p).

La capital española no aparece hasta el puesto número 45 con una situación de libertad económica 'deficiente' y una puntuación de 44,80. Al final del ranquin, Barcelona (37,84) y Marbella (37,40) ambas con un 'deficiente'. Entre las variables que se tienen en cuenta, destacan: plantilla de empleados dependientes del gobierno local, el presupuesto municipal, el aparato empresarial dependiente de cada ayuntamiento, así como el peso de los impuestos o las multas y sanciones.

Alicante

ILECE 2024 coloca a la ciudad de Alicante, gobernada por el 'popular' Luis Barcala, en el primer puesto, y esto es lo que dice de ella: "El desempeño de Alicante es espectacular en el marco de las cincuenta mayores ciudades, creciendo de forma sostenida durante los siete años de la serie analizada y ocupando siempre la primera o segunda posición".

"En el caso de Alicante, como en el de las otras ciudades que conforman el 'pelotón de cabeza' del ILECE, prácticamente todos los indicadores presentan buenos datos". ILECE destaca la contención de la carga fiscal, sobre todo en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), al que hacen responsable de la "subida experimentada y, con ella, de la recuperación del liderato".

Castellón de la Plana

Esta ciudad de la Comunitat Valenciana, liderada por Begoña Carrasco (PP), logra una puntuación de 67,82 puntos en el Índice de Libertad Económica en las Ciudades Española. "Castellón casi siempre estuvo en el "top five" del ILECE desde su primera medición en 2019. Experimenta una subida que la lleva al segundo puesto, pero cuya consolidación habrá que observar de cerca en futuras ediciones", destacan sobre la evolución de la ciudad.

Santiago Calvo y Juan Pina afirman que la ciudad presenta "buenos datos en general". "Tiene espacio de mejora en el coste general (presupuesto partido por población) y también mejoraría su posición si atrajera más empresas, aunque ya presenta una buena fiscalidad para éstas". Por otro lado, aconsejan a Castellón que considere una mejora de la carga tributaria que soportan los propietarios de viviendas, aliviando el IBI, así como "una corrección de la plantilla municipal".

Elche

La ciudad que lidera Pablo Ruz (PP) ocupa el séptimo puesto entre las ciudades con mejor salud económica del país. Elche ha sacado 62,83 puntos y mantiene una "libertad económica moderada". La describen como una ciudad que lleva cinco años evolucionando muy bien, "aunque despacio". "Se puede dar por consolidada esta tendencia tan positiva de la ciudad"

Sus autores destacan el buen desempeño de la ciudad en los impuestos que afectan a la actividad económica, pero pese a ello "necesita atraer más traslados o creación de empresas".

ILECE también afirma que Elche debe mejorar la carga tributaria que pesa sobre los vecinos, principalmente el IBI, un tributo que consideran "excesivo" en este municipio. Santiago Calvo y Juan Pina mencionan la "baja voracidad sancionadora en comparación con muchas otras ciudades".

Líneas de trabajo

La Fundación da algunos consejos o ideas sobre como los ayuntamientos podrían mejorar su situación económica. Entre ellos, amortizar con mayor celeridad la deuda local, con la meta de llegar a cero en el horizonte de una legislatura.

En segundo lugar, menciona reducir el gasto municipal y contener los costes salariales. Recortar o eliminar las partidas de subvenciones, así como dejar los impuestos y tasas municipales en su mínimo legal y eliminar aquellas que no sean necesarias.

Por otro lado, habla de poner en manos de empresas externas los servicios esenciales, así como fijar la prestación empresarial de los mismos a través de licitaciones que incentiven la competencia.

Por último, menciona el cierre o la venta de empresas y entes públicos y fin de la injerencia en procesos productivos propios del tejido local.