La Guardia Civil ha detenido a siete personas, seis hombres y una mujer, tras desmantelar un grupo criminal acusado de cometer más de 15 robos con fuerza en joyerías de Madrid, Alicante y Málaga. La operación, denominada 'Suto23', culminó con la puesta a disposición judicial de los arrestados en el Juzgado de Instrucción nº 28 de Madrid.
La investigación, que comenzó en febrero de 2024, fue liderada por el Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Alicante, en colaboración con agentes del Área de Investigación del Puesto Principal de Pilar de la Horadada. La operación "Suto23" se activó tras una serie de robos en joyerías de una conocida marca en la provincia de Alicante.
Durante las primeras fases de la investigación, los agentes detectaron un patrón en el modus operandi del grupo: un hombre y una mujer accedían a las joyerías en horario comercial y, utilizando llaves maestras, abrían los expositores para sustraer joyas valoradas en miles de euros.
Disfraces y llaves maestras
Con el avance de las pesquisas y tras un exhaustivo análisis de las pruebas, los investigadores lograron identificar a los miembros de la banda, quienes contaban con un extenso historial delictivo. El grupo operaba principalmente en joyerías de diferentes provincias españolas.
Para no ser detectados, utilizaban disfraces y llaves maestras para acceder a las vitrinas y apoderarse de las joyas, que luego eran vendidas en el mercado negro.
La operación concluyó el pasado 11 de septiembre con la detención de los implicados en Madrid, Alicante y Málaga. Además, se realizaron dos registros en domicilios de los barrios madrileños de Chamberí y Orcasitas, donde se incautaron varias llaves maestras, disfraces utilizados en los robos y joyas sustraídas.
Los arrestados, de nacionalidad española, incluyen a seis hombres de entre 20 y 25 años, y una mujer de 37 años. Entre ellos, destaca un hombre de origen chino. A los detenidos se les imputan cargos por robo con fuerza, pertenencia a organización criminal y receptación.
Tras pasar a disposición judicial, se decretó prisión para la mujer y el hombre de origen chino, mientras que el resto quedó en libertad bajo medidas cautelares.