Jorge Verdú Rocío López

La peor noticia se ha confirmado. La lucha de Jacobo Barchín Herrera por volver a trabajar en la Guardia Civil tras sufrir un accidente cuando iba en bicicleta en diciembre de 2020 en Mutxamel (Alicante) y quedar en silla de ruedas ha terminado con su retiro del cuerpo.

Desde aquel fatídico día, hace casi cuatro años, Jacobo ha intentado con todas sus fuerzas volver a servir al instituto armado. Sin embargo, ayer, 8 de octubre, sus esperanzas se rompieron tras ser comunicado su pase a retiro por el Ministerio de Defensa.

Jacobo, natural de San Clemente, en Cuenca, siempre quiso ser guardia civil. Hace nueve años consiguió su sueño, sin saber que tan solo cinco años después de alcanzar su anhelo desde niño, comenzaría su peor pesadilla.

Aquel día, por la mañana, Jacobo salió de casa a montar en bicicleta, una de sus pasiones. En su camino, se encontró en el arcén de la carretera con una arqueta abierta y cayó dentro.

El lugar estaba sin señalización y sin alcantarillar. La caída le ocasionó una lesión medular en la vértebra dorsal 12. Tuvo que ser rescatado en helicóptero y llevado al Hospital General de Alicante, donde lo operaron el mismo día.

La caída le ocasionó lesiones medulares que resultaron en una discapacidad del 70 % y la condena a estar en una silla de ruedas. El 23 de diciembre fue derivado al Hospital de Aguas Vivas, en Valencia, para iniciar su rehabilitación, y desde entonces no ha cesado en su empeño de regresar al cuerpo.

Momento del rescate en helicóptero del Guardia Civil Jacobo Barchín en Alicante.

A pesar de que la lesión de Jacobo es solo medular, a la altura de la cintura, y puede usar el ordenador, escribir y hablar porque la parte cognitiva está completamente sana, desde el instituto armado se ha decidido su pase a retiro. Esto ha causado indignación tanto en él como en su pareja y en la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC).

Raquel, su mujer, ha acompañado a Jacobo en todo el proceso y, tras conocer la noticia, ha expresado su descontento a través de las redes sociales. "Se ha vuelto, una vez más, a vulnerar los derechos de las personas con discapacidad", ha lamentado en un duro mensaje compartido en Facebook.

"Hoy ese sueño se ve truncado por los miles de prejuicios que siguen presentes en la sociedad, y más concretamente dentro del instituto armado. Le han comunicado el pase a retiro de mi marido por, literalmente, inutilidad para el servicio, siguiendo en su empeño de discriminarlo, sin tener en cuenta las alegaciones presentadas", ha añadido.

Recuperación

Cuando se cumplió un año y medio del accidente, Jacobo acudió por primera vez a un tribunal médico en Valencia. Los examinadores, sorprendidos por su buen estado, le prometieron que iban a pelear por conseguir que pudiera volver al cuerpo con un reconocimiento de 'Apto con limitaciones'.

Desde el Tribunal, tras asegurarle que le iban a ayudar le dijeron que para su vuelta necesitaban que presentara un documento que certificara su grado de discapacidad.

El golpe de realidad llegó una vez que entregaron el documento donde se indicaba que tenía un 70 % de discapacidad. Fue entonces cuando le informaron que, con tal grado, no podría volver a trabajar para la Guardia Civil.

El Guardia Civil Jacobo Barchín en sus ejercicios de rehabilitación.

Lo más doloroso del proceso fueron las palabras que le dijeron al guardia civil. Según recuerda su pareja en un reportaje realizado por EL ESPAÑOL el pasado junio, le recomendaron buscar asociaciones para no aburrirse por las tardes y estar entretenido ante la imposibilidad de su regreso.

Alegaciones

A partir de ahí, una vez pasada la rehabilitación, el objetivo de Jacobo y Raquel fue poner todos sus esfuerzos en recurrir la decisión por la vía administrativa.

Las alegaciones presentadas en julio de 2023 por lo que consideraban una discriminación derivaron en un nuevo examen cuatro meses después, esta vez en el Tribunal Médico Gómez Ulla de Madrid.

Hace nueve meses volvieron a ser valorados por una traumatóloga y una neuróloga, quienes les aseguraron que estaba apto para trabajar y que por fin lo iban a proponer para un 'Apto con limitaciones'.

Sin embargo, las cosas se torcieron una vez más este verano, cuando recibieron el acta donde se indicaba que "no es apto" y que le habían aumentado el grado de discapacidad al 76 %. De esa manera, quedaría justificado su pase a retiro y lo proponían para una incapacidad permanente, según indicó Raquel a este diario.

El Guardia Civil Jacobo Barchín y su esposa Raquel. Cedida

Las últimas alegaciones dejaron a Jacobo en vilo hasta este pasado 8 de octubre, cuando fueron notificados de la resolución del Ministerio de Defensa.

Batalla judicial

Una vez agotada la vía administrativa, lucharán por la vía judicial, en una pugna que enfrenta el derecho por la inclusión laboral contra la norma de la Guardia Civil de no tener trabajadores en silla de ruedas.

La mayor baza de Jacobo son los precedentes de personas con discapacidad sobrevenida trabajando para el Ministerio de Defensa. Concretamente, el caso de una mujer que trabaja en silla de ruedas en una oficina realizando funciones administrativas, la soldado Isabel Fernández, del Ejército de Tierra, en la Academia de Infantería de Toledo, declarada 'Apta con Limitaciones' (AL). Así como el policía nacional con una pierna biónica que trabaja en el Ministerio del Interior, ha expuesto Raquel.

"Se supone que tenemos que avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria e inclusiva, y a la vista está que no es así. Siguen tratando a las personas con discapacidad como despojos y como inútiles. Es vergonzoso que en pleno siglo XXI, en vez de avanzar en derechos y en igualdad, vayamos cada vez más hacia atrás", ha lamentado Raquel en Facebook.

A pesar del nuevo "mazazo", como lo ha calificado en redes, Raquel ha asegurado que no se van a rendir, porque "él solo quiere sentirse útil y seguir ejerciendo su trabajo como cualquier otra persona". Y se ha preguntado: "¿Es que acaso mi marido es menos que ellos?".