Alicante

En Alicante, aunque no lo parezca, hay leones, jirafas, tigres, elefantes o hipopótamos. Estos animales viven tranquilamente en el Safari Aitana, una reserva con animales exóticos de los cinco continentes que conviven con trabajadores que han dado un giro a su vida para trabajar en este recinto único.

A 1.000 metros de altitud y con una extensión de 1.500.000 m², este espacio es el único safari de toda la Comunidad Valenciana que se visita al estilo de los safaris africanos, con los visitantes dentro de un coche y los animales en semilibertad.

Para mantener este paraíso natural es necesario contar con profesionales en múltiples áreas, desde cuidadores de grandes mamíferos, aves y reptiles, hasta guías, personal de restauración o equipos de mantenimiento.

La guarda del safari, Laura Sevila, señala que la mayoría de los trabajadores de la reserva han tenido que cambiar su estilo de vida para poder adecuarse a las necesidades de estos puestos.

La ubicación del lugar, en la sierra de Aitana, perteneciente al municipio de Penàguila, hace casi obligatorio mudarse a los pueblos cercanos al estar en medio de la montaña y aproximadamente a una hora en coche de Alicante.

Trabajadores llegados de Vigo, de Murcia y de puntos de la provincia son ahora nuevos vecinos de pequeñas localidades de montaña como Alcolecha o la propia Penàguila, mientras que otros llegan de Alcoy o Benidorm.

Vivir a unos 40 minutos en coche es uno de los requisitos que exigen a la hora de la contratación, una decisión que los propios empleados acaban tomando antes o después debido al gran gasto de gasolina y de tiempo que suponen viajes de una hora para ir y volver del trabajo. Es por eso por lo que "siempre hacemos entrevistas presenciales para que conozcan la carretera y dónde estamos después de conducir una hora para llegar", sostiene.

Sevila cuenta que mudarse a pueblos de montaña tiene grandes ventajas, la principal, el precio de las viviendas. "El coste de la vida en los pueblos de alrededor es muy barato; nuestros trabajadores están alquilando pisos enteros por alrededor de 250 euros. Con un sueldo de unos 1.300 euros, se nota mucho la diferencia de cobrar eso viviendo aquí o en la ciudad", apunta. Aunque la oferta no es tan amplia como en las ciudades, "en estos pueblos no tienes que pagar servicios como el agua porque viene incluida", añade.

Requisitos y vacantes

Sevila destaca que trabajos como el de cuidador son muy físicos y que, en general, se necesita un buen nivel de inglés debido al alto porcentaje de turistas que reciben, sobre todo para los guías. Por otra parte, los empleados deben ser personas de al menos 25 años con cinco años de carnet de conducir, ya que son requisitos del seguro al trabajar con animales peligrosos.

Si bien los puestos más llamativos, como los de cuidadores, están cubiertos, la responsable explica que el safari tiene algunas vacantes. Necesitan un veterinario y trabajadores en taquilla y en restauración, especialmente en el mes de octubre, cuando "hay mucho trabajo por los puentes".

Sevila indica que "nunca paran de recibir currículums" y frecuentemente requieren de ayuda para hacer frente a periodos de muchas visitas, como Semana Santa o Navidad, con contratos temporales y otras ocupaciones con carácter permanente.

La magnitud del recinto y sus características necesita de un gran mantenimiento en diversas áreas, ya que, en un lugar con tantos animales y en lo alto de una sierra, siempre hay algo que reparar. Por eso, también están abiertos a contratar a un 'manitas' con conocimientos en carpintería, electricidad y fontanería, que pueda realizar múltiples trabajos de mantenimiento, desde arreglar una grieta en una balsa hasta reparar la corriente eléctrica.