Pablo Verdú
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El boca a boca está haciendo que su figura se vaya conociendo entre los ciclistas y motoristas de Alicante. Los amantes de las curvas de la sierra del Maigmó ya están alerta de su presencia y se preparan para ello. Cuando ven su característica presencia, posan y se dejan capturar por el objetivo de lo que parece ser un cerdo motero.

En tan solo un mes está ganando fama por su peculiar apariencia y por las llamativas instantáneas que retrata con su cámara arrodillado en su rincón escogido para congelar la velocidad de las motos que salen de ruta y el esfuerzo de ciclistas que escalan la montaña, que se encuentra entre los términos municipales de Tibi, Castalla, Agost y Petrel.

No es el primer fotógrafo que caza a golpe de disparador a este público, pero su inconfundible presencia hace que los objetivos abran bien los ojos cuando ven que llegan al territorio del Cerdo Motero, como él mismo se denomina.

Un casco de moto rosa con orejas de cerdo delata su posición y causa el primer impacto para quienes no conocen de su actividad, mientras que quienes ya se lo han cruzado tratan de poner su mejor pose.

El fotógrafo de la curva no es ni siquiera fotógrafo; es un programador, como señala a este diario. El personaje del Cerdo Motero surge "de una cámara que tenía tirada por casa con la que me dedicaba a sacarle fotos a mis amigos cuando jugaban en una liguilla de fútbol", explica sin querer revelar su identidad.

Como aficionado a las motos desde hace años, vio que algunos moteros paraban en algunas curvas para fotografiar a los que venían de ruta, y un día a comienzos de 2024 probó suerte.

"Comencé con esto a principios de este año porque fue justamente cuando me compré la moto nueva y, en vez de hacer salidas, me acercaba a Torremanzanas y hacía fotos", recuerda.

Dos ciclistas subiendo la sierra del Maigmó. 'Cerdo Motero'

El Cerdo Motero, como aficionado con la cámara, tuvo sus más y sus menos para hacerse con el dispositivo. "Veía que salían fatal y se me quitaba la ilusión, y a la semana siguiente volvía otra vez y otra vez las fotos salían mal".

El empujón definitivo fue este verano. Entre agosto y septiembre decidió ponerse en serio y perfeccionar sus conocimientos. "Aprendí a editar un poco de manera autodidacta, viendo videos y a base de prueba y error", apunta.

Una vez dominado el balance, la exposición y los puntos básicos de la fotografía, comenzó a cogerle el gusto a apostarse en una de las curvas del frecuentado Maigmó.

Un motorista capturado en el Maigmó. 'Cerdo Motero'

Las numerosas quedadas de motos y grupos de amigos que suben en bicicleta hacen que no le falten protagonistas que retratar y que estos mismos se sientan como algunos de sus ídolos de la juventud coronando algunas de las pendientes más afiladas.

Se coloca entre el kilómetro 6 y 8, siempre buscando las curvas más llamativas y espectaculares y su reciente fama ya se ha extendido entre estos aficionados.

"Me he sentido muy acogido, no pensaba que iba a tener tanto afecto porque hay más fotógrafos que hacen lo mismo. El segundo día ya me habían reconocido. Es una cosa muy curiosa porque acabo de 'nacer'", sostiene.

Sacar una sonrisa

Su marca personal es un regalo que le hizo a su novia y es el objeto que hace que los que circulan por la carretera en romería los fines de semana se preparen para salir de la mejor forma posible, debido a que no todos los aficionados tienen la posibilidad de tener una fotografía de esa calidad.

Una pareja de ciclistas posa ante la cámara del 'Cerdo Motero'. 'Cerdo Motero'

El fotógrafo indica que coloca "el casco encima de la moto porque muchas personas se quedan mirando y comienzan a reír, y es un gancho perfecto para que saquen los dientes para la foto".

Sus días de captura son los sábados, ya que los domingos es "un motero más" que sale con amigos a disfrutar de los paisajes de Alicante, entre los que ya busca nuevas posiciones para ubicarse, como en Torremanzanas próximamente.

Las instantáneas las publica a centenares cada fin de semana en sus redes sociales. "Lo hago por diversión, no por dinero. Si alguien me pregunta si me debe algo, le digo que lo que ellos quieran. Si quieren apoyarme aunque sea para tomarme un café, claro que lo agradezco", afirma.