Alicante
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Los misterios y las historias de terror de los pueblos de Alicante se sacuden el polvo en estas fechas y vuelven a aflorar sentimientos encontrados entre sus habitantes. Una de las más incrustadas en la población local y que sigue causando rechazo ocurrió en Alcoy.

Se trata del presunto crimen de les Mananes, una historia que, de alguna forma, aún forma parte de la cultura alcoyana y que no se ha llegado a olvidar a pesar de haber tenido lugar hace ya más de un siglo.

Tanta es su atracción hoy en día que el historiador de arte y guía turístico de Quality Tours Mariola, Jordi Linares, quien organiza un recorrido con motivo de la celebración de Halloween, ha tenido que aumentar los turnos ante la alta demanda de una historia que califica como "tabú" en Alcoy.

"Si le preguntas a la gente de la calle, nadie te quiere hablar ni decir nada de ello. Incluso la gente mayor te da la mano y te dice que cambies de tema", asegura.

Linares cuenta que el suceso ocurrió a comienzos del siglo XX, en 1915. El experto explica que en aquella época Alcoy era una zona industrial bañada por dos ríos con una media de un niño muerto o mutilado al mes por la situación laboral, ya que los niños empezaban a trabajar a la edad de seis años y las niñas sobre los nueve.

En este contexto, les Mananes jugaban un importante papel. Se trataba de "curanderas dispuestas a reparar cualquier hueso roto, incluso algún mal de ojo tanto en niños como en mayores", apunta.

La "truculenta historia" se desencadena a raíz de la desaparición de un niño. "Desaparece un viernes en su casa de la calle de la Prurísima, un barrio obrero muy pobre, justo debajo del puente de San Jorge, en un momento en el que su madre había subido a por la merienda", relata el guía.

En ese instante, en el que se encontraba solo, se pierde la pista del menor y no se sabe nada de él. Pasa el sábado, el domingo... el niño no aparece. Saltan las habladurías: ¿ha sido secuestrado, capturado? Es el lunes cuando, con todo el pueblo tratando de dar con él, un trabajador encuentra "una especie de muñeco en un colector de agua" en el puente de Algezares.

"El cadáver del niño había perdido toda la sangre después del tiempo que llevaba allí y le faltaban las pupilas de los ojos", según cuenta la leyenda. La autopsia reveló que la causa del fallecimiento fue un golpe en la cabeza, conclusión que no se asumió en el supersticioso pueblo.

Acusación

Todas las miradas se centran entonces en les Mananes, dos hermanas y una cuñada que se dedicaban a la sanación. "Desde ese momento empiezan todas las hipótesis. Se dice que han visto a una de las hermanas con un saco y cargando con una especie de cuerpo. Mientras, otros aseguraban que habían visto a otra limpiar una palangana de sangre", explica Linares.

La prensa, los políticos y los alcoyanos lanzan acusaciones a las mujeres hasta el punto de difundirse testimonios de niñas que dicen haber visto "al niño encerrado en el armario".

Las versiones se iban haciendo cada vez más exageradas, hasta el punto de llegar a extenderse el rumor de que le habían sacado la sangre para curar a un pariente que era tísico.

Con todo, el juicio real que tuvo lugar las declaró inocentes al considerar que no había pruebas plausibles que las relacionaran con su muerte. Pero sus propios vecinos, quienes les colgaron el cartel de culpables, las obligaron a abandonar el pueblo para siempre.

La ruta por las zonas del crimen que se puede realizar en Alcoy repasa testimonios, curiosidades, secretos y los principales escenarios de la historia. Incluso muestra el lugar inaccesible donde fue hallado el cuerpo del niño a través de una conexión en directo, cerca del actual MUBOMA, el primer Museo de Bomberos de la Comunitat Valenciana.