Antonio y Antón, padre e hijo de Alicante tras el envío de toneladas de material a Valencia: "Se ven cosas duras"
- Los alicantinos han organizado una serie de viajes solidarios con voluntarios de la provincia para aportar ayuda humanitaria a Valencia.
- Más información: El deporte alicantino se vuelca con las víctimas de la DANA de Valencia
Toda España se ha volcado con los afectados por la DANA en Valencia en una muestra de solidaridad pocas veces vista en los últimos tiempos. Pero si hay una tierra comprometida con el pueblo valenciano es la alicantina. Desde la provincia se han enviado incontables recursos hacia los pueblos afectados, y se han creado iniciativas solidarias que están ayudando a cientos de víctimas.
Uno de estos movimientos de apoyo está encabezado por Antonio y Antón Cuenca, un padre y su hijo que ya han enviado decenas de toneladas de material a las zonas más golpeadas.
Estos alicantinos tienen una protectora en Agost y alcanzaron gran popularidad el pasado miércoles, un día después de las inundaciones y las riadas, al ofrecer su refugio como hogar para los perros que se habían quedado sin casa.
El mensaje, difundido a través de las redes sociales de Antón, donde sube contenido relacionado con el automovilismo y el coleccionismo, alcanzó repercusión nacional con millones de interacciones.
La idea, en un principio, era acoger a una treintena de perros afectados, traídos por voluntarios que iban hasta Valencia a rescatarlos. Finalmente, como comenta Antón, "no pudo realizarse por las difíciles condiciones en las que están. Tienen traumas y no es conveniente trasladarlos. Además, necesitan acogidas permanentes o estancias muy largas. Que nuestra ayuda no sea necesaria es bueno porque significa que hay suficientes protectoras en Valencia y que se están acogiendo animales por toda España", explica.
No obstante, como ya señaló a este diario, "no podían quedarse de brazos cruzados", por lo que han organizado una iniciativa junto a voluntarios de otros puntos de Alicante para apoyar con ayuda humanitaria. Además de acoger a un burro y una cabra de forma permanente en sus instalaciones.
Comenzaron el pasado domingo a enviar "entre 10.000 y 15.000 kilos de pienso y otra decena de toneladas de materiales". Antón asegura que han llevado "absolutamente de todo: gel, guantes de limpieza, alcohol, medicinas, ropa, comida para animales y personas, carretillas, palas, maquinaria..., todo lo que se pueda imaginar".
Tanto él como su padre hicieron un llamamiento en redes sociales al que respondieron decenas de voluntarios, organizando un primer envío en el que, ante las grandes donaciones de material, tuvieron que emplear 11 vehículos y medio tráiler.
"Hay una involucración increíble; la gente ha puesto caravanas, furgonetas, remolques, coches grandes... todos con cientos de kilos de pienso y de material", apunta.
La ruta pasó por Sueca, donde se repartieron materiales en algunos negocios, y finalmente llegó a Torrent. Además, se quedaron en Picaña y fueron abasteciendo a todo el pueblo. "Estuvimos limpiando las calles y repartiendo material con mochilas y bolsas", indica en una llamada telefónica mientras conduce de camino a Valencia.
Este miércoles será el cuarto viaje solidario, que harán junto al Ayuntamiento de Agost, municipio desde donde salió la ayuda. Por la mañana, partirá un nuevo envío con "un camión grande o seis camiones pequeños".
Situación "muy fea"
Después de tres días trabajando y ofreciendo ayuda humanitaria a quienes lo han perdido todo, Antón resalta que la situación está "muy fea. Hay que ir sabiendo que vas a ver cosas duras".
"También hay miedo, porque gente de confianza me ha confirmado que han sufrido atracos. Pero eso queda en segundo plano, porque si te quedas con el miedo nadie iría a ayudar", razona.
La palabra escogida para describir todo lo que se está viviendo es "agridulce". El voluntario afirma que "es una mezcla de sensaciones, porque en medio de la catástrofe ves la unión de la gente intentando ayudar de forma desinteresada. Se junta la tragedia con lo bonito del movimiento de la gente, que es quien está aportando más".
Antón es un influencer poco común. En sus redes sociales hace llamamientos y coordina la ayuda para la entrega de material, pero no comparte imágenes de su labor más allá de las necesarias.
"Me estoy limitando a dar voz al pueblo, a dar información, no quiero enseñar demasiado lo que hago. Lo hago igualmente y soy consciente, no hace falta demostrar nada a nadie", sostiene.