Alicante
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Los tres integrantes de una organización criminal especializada en robos con el método del alunizaje en establecimientos del Levante han sido detenidos tras ser descubiertos gracias a que uno de ellos se olvidó el móvil durante un golpe en el municipio alicantino de Guardamar del Segura.

La investigación que dio con la banda comenzó tras un robo en el que los arrestados se hicieron con más de 35.000 euros de material de una óptica. Durante las labores, la Guardia Civil halló un teléfono móvil que resultó ser de uno de los implicados, a través del cual pudieron identificar a los demás implicados.

Los autores eran tres hombres de entre 19 y 30 años que habían realizado ocho robos en establecimientos entre las provincias de Alicante, Murcia y Castellón.

La Guardia Civil descubrió en el marco de la operación 'Royma' que el grupo actuaba de forma organizada con roles bien definidos. "Los autores primero sustraían vehículos de alta gama, utilizados posteriormente para ejecutar el alunizaje. Tras cometer los robos, abandonaban los vehículos en Madrid y, en algunas ocasiones, empleaban un extintor para crear una barrera de polvo y dificultar la persecución policial", aseguran.

Así, el instituto armado indica que "los robos se planificaban minuciosamente. La fase de vigilancia permitía al grupo asegurarse de la viabilidad su huida. La fractura y saqueo del establecimiento se realizaba en las madrugadas, aprovechando las horas de menor actividad para reducir riesgos".

El móvil de uno de los ladrones.

A los detenidos se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza, sustracción de vehículos a motor y hurto. La operación ha sido llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Alicante y el Equipo Territorial de Policía Judicial de Guardamar del Segura, con la colaboración de la Compañía de Getafe y del Puesto Principal de Guardamar del Segura.

Traficantes

Por otra parte, la Guardia Civil detuvo el 28 de octubre a cuatro personas, dos albaneses y dos españoles, gracias a la denuncia de los vecinos por tráfico de drogas, entre otros delitos, tras descubrirse que controlaban dos importantes plantaciones de marihuana en las localidades alicantinas de Monóvar y Algorfa. La operación incautó cerca de 280 plantas e incluyó un intento de huida por los tejados.

Las denuncias vecinales anónimas informando a la Guardia Civil sobre posibles plantaciones en Monóvar iniciaron una operación junto a la policía local en la que se localizó una vivienda de una pareja española y se observó que dos hombres la visitaban regularmente.

Las indagaciones descubrieron que se trataba de dos ciudadanos albaneses con antecedentes por tráfico de drogas en el Reino Unido en 2022 y los vinculó con otra vivienda de la red en una urbanización privada de Algorfa.