Casi 300 guardias civiles velan por la seguridad en las carreteras de la provincia.
Alicante combina alta densidad de tráfico, flujos turísticos intensos, localidades costeras con gran actividad nocturna y hasta carreteras de montaña frecuentadas por motoristas y ciclistas. Esta mezcla hace que el papel de estos especialistas sea clave para prevenir accidentes y resolver los que se producen.
Con motivo del 65 aniversario de la Agrupación de Tráfico de la Benemérita, el capitán Fernando Jiménez, del Subsector de Tráfico de Alicante, repasa la historia de la especialidad y aborda los retos del futuro para reducir la media de 30 muertes que ocurren en la provincia cada año.
"La seguridad vial no es solo un tema de normativa, es un tema de responsabilidad compartida", afirma. El capitán explica que existen tres niveles de imprudencias en los accidentes en los que hay fallecidos o heridos graves, que van desde leves hasta graves y que tienen diferentes consecuencias para los infractores.
"Los grados se dividen en imprudencia grave, menos grave y leve. Se necesita un trabajo arduo y técnico para determinar cada grado, y la diferencia es abismal para el autor", indica.
El grado leve tiene consecuencias civiles. La imprudencia menos grave se da cuando solo hay una infracción grave, como saltarse un semáforo, y tiene la particularidad de que es la víctima o sus familiares quienes deciden si quieren ir por la vía penal.
"Las imprudencias graves son aquellas que atentan directamente contra la vida o la seguridad de las personas, como conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas", resalta, y se dan cuando se cometen más de una infracción grave durante la conducción.
El Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de la Guardia Civil (GIAT) y la Unidad de Investigación de Seguridad Vial (UNIS) son los encargados de atrapar a los delincuentes sobre ruedas, resolver crímenes, buscar conductores fugados o localizar coches robados, entre otras funciones.
Causas de los accidentes
El capitán tiene claras las principales causas detrás de estos accidentes: las distracciones. Aunque factores como las condiciones meteorológicas o el estado de las infraestructuras también influyen, el comportamiento del conductor es decisivo.
"El factor humano sigue siendo la principal causa. Las distracciones están ahora a la cabeza, especialmente el uso del móvil mientras se conduce", señala.
Jiménez recuerda que al comienzo de su carrera en la década de los 80 y los 90 "hacías un control de alcohol o drogas y parabas a uno detrás de otro, y ahora da muy poca gente". Si bien manifiesta que alrededor de la mitad de los fallecidos dan positivo en estas sustancias en los análisis.
Objetivo: 0 fallecidos
En los años 80 los muertos en carretera rondaban los 9.000 al año, mientras que ahora se cifran en 2.000. Este descenso no ha sido casualidad, sino resultado de una combinación de factores.
"Normativas como el carné por puntos, campañas de concienciación y una mayor sensibilización social han sido claves", señala el especialista. La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene el "ambicioso objetivo" de reducir los muertos a la mitad para 2029 y llegar a cero en 2050.
Más allá de las sanciones y controles, la Guardia Civil considera que la educación vial es esencial para alcanzar el objetivo de cero víctimas. "No podemos cambiar comportamientos únicamente con multas", opina Jiménez.
Retos
Las características propias de la provincia hacen que haya carreteras y localidades con mayor número de accidentes que otras más seguras para los conductores. El capitán destaca Torrevieja y Benidorm como los mayores focos.
Otro de los principales retos del área de Tráfico del instituto armado es reducir los sucesos que implican a motoristas y ciclistas. "En proporción, el número de fallecidos en moto es mucho mayor que en coches", lamenta Jiménez, quien recomienda usar las máximas protecciones posibles para evitar consecuencias graves, que suelen darse en motoristas que van, por ejemplo, en chanclas, en camiseta corta y sin el equipamiento adecuado.
Benidorm, además, atrae a muchos ciclistas aficionados y profesionales que circulan por serpenteantes carreteras de montaña, por lo que la Guardia Civil trabaja activamente para garantizar la seguridad en estos tramos.
Otro ejemplo reciente de su capacidad operativa se dio durante la DANA que dejó más de 200 fallecidos en Valencia. "Movilizamos efectivos de Alicante hacia Valencia y otras zonas afectadas. Establecimos controles en la A-7 y la AP-7 para evitar que los vehículos pesados circulasen durante los momentos críticos", apunta.