Este fin de semana se celebra el Black Friday, el lunes, el ciberlunes, y, después, la campaña navideña. Estas fechas no solo están marcadas en rojo para los consumidores, sino también para los ciberdelincuentes, quienes buscan 'hacer el agosto' en pleno invierno.
Los fraudes en Internet son como El Grinch y pueden arruinar las fiestas a quienes confían demasiado. "No es oro todo lo que reluce", advierte Javier, cabo primero del Equipo @ a EL ESPAÑOL en la Comandancia de Alicante.
Este equipo, encargado de rastrear a los delincuentes que operan tras las pantallas, está formado por seis especialistas. Cada periodo navideño observan como los casos de ciberdelitos se multiplican.
Según explica el responsable de la sección, "siempre en estas fechas hay un aumento de denuncias, ya sea por estafas relacionadas con compraventa o por suplantación de identidad".
Este incremento se suma a la ya preocupante tendencia al alza de delitos cibernéticos, que, en el primer semestre de este año, han crecido un 11 % respecto a 2023. Los ciberdelincuentes saben que esta época es crucial y refinan sus estrategias para captar a más consumidores que buscan las mejores rebajas o regalos irresistibles.
En los últimos años, las infracciones de este tipo han aumentado de manera vertiginosa. Por ello, el Equipo @ se estableció en la provincia en 2021 con la misión de "asesorar a las unidades de la Guardia Civil, investigar y analizar el modus operandi de las estafas más comunes para prevenirlas", señala el cabo primero.
Su labor es compleja y requiere tiempo, pero resulta esencial frente a las numerosas formas que tienen los ciberdelincuentes para robar dinero. Entre todas ellas, la estafa informática lidera los casos.
Estafas
"Las estafas más comunes en Alicante son similares a las del resto de España. Suelen consistir en cargos en tarjetas por compras en páginas web fraudulentas, que obtienen datos personales", señala el especialista.
Detrás de estas acciones suelen estar organizaciones criminales que manejan "miles de millones" y cuentan con estructuras de márquetin que evolucionan rápidamente. Publican anuncios de productos con precios atractivos y apariencia legítima en plataformas populares, adaptando su catálogo falso según las tendencias del mercado.
"Realizan estudios de mercado para detectar los productos más demandados y aprovechar la oportunidad", afirma el cabo. Por ejemplo, durante la Guerra de Ucrania las estafas relacionadas con pélets para calefacción se dispararon por la alta demanda. En España, algo similar ocurrió con páginas de venta de aceite, aprovechando el aumento de su precio.
En Navidad, los estafadores cambian el enfoque hacia los productos más deseados. "Las estafas suelen centrarse en artículos de cosmética, ropa y productos electrónicos", añade.
Preguntado sobre si la población está suficientemente concienciada sobre estas amenazas digitales, el guardia civil es contundente: "No lo estamos. Solo vemos lo que queremos ver y no pensamos que pueda ser una estafa. Nos fijamos únicamente en el precio y en lo que ahorramos".
Recomendaciones
Para no caer en estas trampas y perder dinero, el cabo enumera una serie de recomendaciones esenciales para los consumidores. La primera es detenerse un momento y analizar la página web antes de realizar cualquier operación.
Pasos tan sencillos como comprobar si el sitio cuenta con la 'S' en el protocolo HTTPS, o revisar su política de devoluciones y privacidad, pueden marcar la diferencia.
También recomienda desconfiar de ofertas que parecen demasiado buenas para ser ciertas y verificar si realmente existe una empresa detrás de la web. Para ello, sugiere revisar las reseñas de la compañía y las valoraciones de los productos.
Investigación
Cuando ya se ha producido la estafa, es el turno de la investigación. Desde la Guardia Civil instan a las víctimas a denunciar, ya que, incluso si el importe es pequeño, la denuncia puede ser clave para desmantelar una organización más grande. "Es importante aportar datos, extractos bancarios, capturas de pantalla o cualquier información útil", señala el guardia civil.
Las denuncias llegan primero a los cuarteles locales, donde se recopilan los datos. Si es necesario, el Equipo @ colabora para seguir la pista del dinero y localizar a los responsables.
"Intentamos rastrear el dinero a través de cuentas bancarias y operaciones, además de trabajar la parte técnica para identificar quién está detrás de los dominios web", explica.
A diferencia de los delitos convencionales, donde suele haber un componente físico, las víctimas pueden ser alicantinas mientras los responsables operan desde cualquier lugar de España o del mundo. Según el cabo primero, estos problemas, "de los que solo vemos la punta del iceberg", no desaparecerán y, de hecho, "irá a más en los próximos años, por lo que será necesario aprender a convivir con ella".