El año 2024 se aproxima a su fin dejando tras de sí un rastro de catástrofes naturales que han marcado a miles de personas. Apenas 50 días después de la devastadora riada provocada por la DANA, que el pasado 29 de octubre causó más de 200 fallecidos en Valencia, un nuevo desastre ha golpeado con fuerza.
El ciclón 'Chido', uno de los fenómenos más violentos registrados en el océano Índico, arrasó el archipiélago francés de Mayotte el pasado 14 de diciembre, dejando un saldo de más de 30 fallecidos y una situación crítica en la isla.
En este contexto de emergencia, más de 70 españoles residentes en Mayotte, incluidos siete alicantinos, están a la espera de poder regresar a casa. Sin embargo, el único aeropuerto de la isla permanece cerrado al tráfico comercial y solo opera vuelos militares para transportar suministros y efectivos de ayuda.
Sin suministros
Entre los afectados se encuentran Nuria García y Candela Cortés, dos profesoras de español que, tras el ciclón, han enviado un vídeo al padre de una de ellas relatando la situación actual. La falta de luz, agua potable y alimentos, así como el riesgo de violencia, han convertido el día a día en un desafío constante.
"Actualmente, las viviendas no tienen ni luz ni agua. Esto provoca que la situación sea muy complicada", explican. Además, los problemas de conexión eléctrica han hecho que los supermercados solo acepten efectivo, ya que los datáfonos y cajeros automáticos no funcionan.
Según las afectadas, esta crisis ha desencadenado una creciente inseguridad. "Se prevén toques de queda de 10 de la noche a 4 de la mañana para evitar episodios de violencia".
El suministro de agua potable es escaso y está racionado por persona, lo que se suma a los estragos causados por el ciclón en la vegetación de la isla.
"El ciclón ha arrasado con todo, incluidos los árboles frutales, que eran una fuente clave de alimentación para las familias que no podían permitirse comprar en los supermercados", detallan. Mangos, papayas y plátanos, antes fundamentales en la dieta local, han desaparecido casi por completo.
Falta de información
En Mayotte viven actualmente unas 70 personas españolas, muchas de ellas con familias. Todas se encuentran a la espera de información para abandonar la isla, pero, según Candela y Nuria, "la información es escasa y hasta ahora nadie nos ha aclarado nada". El vuelo que ambas tenían programado para este miércoles, 18 de diciembre, con destino a París fue cancelado sin ofrecerles una solución alternativa.
Mientras tanto, las dos alicantinas tratan de aprovechar las horas de luz para ayudar a otras personas y mandar un mensaje a sus familiares.
Ambas subrayan la gravedad de la situación y el impacto en la vida cotidiana: "Por la noche no es seguro salir a la calle. Todo está completamente oscuro debido a la falta de electricidad", afirman. Frente a esta realidad, Nuria y Candela solo tienen un deseo claro: "Lo que queremos es volver a casa con nuestras familias".
Candela Cortés, de 30 años, es natural de El Campello. Ella ha sido trasladada desde la capital de la isla, Mamoudzou, donde desde julio llevaba ejerciendo como profesora de castellano. Por su parte, Nuria García, vecina de Sant Joan d'Alacant se trasladó hasta Mayotte para trabajar como fisioterapeuta.
Familiares y amigos de Nuria García y Candela Cortés han recurrido a las redes sociales para visibilizar la complicada situación que ambas enfrentan en Mayotte. A través de publicaciones y mensajes, buscan generar apoyo y presión para agilizar su regreso a casa, mientras el único aeropuerto de la isla continúa cerrado.
Esperando para volver
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación han asegurado que las varias decenas de españoles que se encuentran atrapados en el archipiélago francés se encuentran bien.
Fuentes de Exteriores consultadas por Europa Press han incidido en que "en cuanto se restablezca el funcionamiento del aeropuerto será posible volar a la isla de la Reunión", "y allí tomar vuelos comerciales a Europa".
Desde el Ministerio se descarta por el momento el envío de un avión para evacuar a los españoles afectados por la catástrofe, como tampoco lo ha hecho por ahora ningún país de la UE.
Por ahora, Francia está haciendo llegar suministros de emergencia y está previsto que este jueves visite el archipiélago el presidente, Emmanuel Macron.