El 2024 llega a su fin y deja tras de sí un largo reguero de sangre en la provincia de Alicante. De un piloto ruso que desertó al asesinato por violencia de género más joven desde que hay registros, el curso ha dejado crímenes tan terribles como extraños.
El Ministerio del Interior recoge 13 homicidios dolosos y asesinatos, pero tan solo teniendo en cuenta de enero a septiembre. Los recientes casos de violencia machista en Orihuela en noviembre y los homicidios que están bajo investigación ocurridos en Villajoyosa y Rojales pueden ampliar la lista hasta 16.
De confirmarse estos dos sucesos, la cifra supondría un 45 % más que en todo el 2023, cuando se produjeron 11. Ajustes de cuentas, asesinos enviados desde Rusia, golpes con bates, un cuerpo descuartizado, cuatro mujeres asesinadas por sus parejas... Ni el mejor guionista podría haber hecho una combinación más cruenta y dispar.
La lista es larga, pero si un caso sobresale por su misterio es el del piloto ruso que desertó y fue acribillado a tiros en febrero por espías cuando trataba de pasar desapercibido en Villajoyosa bajo una identidad falsa.
Su nombre era Maxim Kuzmínov y había puesto más de 7.000 kilómetros de distancia con la madre patria; sin embargo, por caprichos de la vida, fue a parar a una localidad a menos de 30 kilómetros de Jávea, donde el presidente ruso, Vladimir Putin, tiene propiedades.
Maxim traicionó a su país entregando al Ejército de Ucrania un sofisticado helicóptero de combate Mi-8 que él mismo pilotó hasta una base militar de Járkov a cambio de 500.000 euros. Su plan no funcionó, y el Servicio de Espionaje Exterior de Rusia le descubrió. El resultado para este joven de 28 años fue quedar agujereado y posteriormente atropellado en un parking el 13 de febrero.
Violencia de género
Otro de los casos más llamativos, y posiblemente el que más haya sacudido el territorio alicantino, fue el asesinato machista de Cloe en Orihuela Costa la tarde del 24 de noviembre, tan solo un día antes del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
La menor, de tan solo 15 años, fue acuchillada en el cuello por 'El Rayo', de 17 años, convirtiéndose así en la víctima y el asesino más jóvenes de violencia de género en Alicante desde que se tienen registros.
No fue el único caso de violencia de género. Tres mujeres más fueron asesinadas previamente en diferentes puntos de la provincia. El primero de 2024 fue el de Rocío de la Palma, una española de 44 años y madre de dos hijos, quien fue asesinada en febrero en L'Alfàs del Pi por Juan Vicente A.B., un español de 52 años con antecedentes por malos tratos a su anterior pareja.
El segundo crimen machista ocurrió en la localidad alicantina de Villena a mediados de junio. José María, de 69 años, asfixió a su pareja, Rosa, de 67 años, ambos españoles, antes de ahorcarse y dejar una nota en la misma casa donde se produjo el crimen.
Margarita V., una mujer rusa de 33 años, fue la tercera. Rita, como la llamaban, fue asesinada a manos de su pareja, Tomás, un español de 36 años, quien le disparó en la cabeza con la misma escopeta con la que momentos después se suicidó.
Otros casos
Uno de los que más dolieron en Alicante fue el homicidio de David en julio. David, de 38 años, había ido a buscar al que sería su asesino para encararse con él, ya que le acusaba de haber agredido sexualmente a su pareja días antes en Gata de Gorgos. La pelea entre ambos hombres terminó con el agresor golpeando a la víctima con un bate en el tronco, la cara y el cuello.
Estos son algunos de los casos más impactantes de una lista demasiado larga en la que los ajustes de cuentas ocupan buena parte de los casos. El hallazgo en junio de un cuerpo descuartizado y quemado, del que se habían deshecho por partes en La Serreta de Fontcalent, es el episodio más macabro de este tipo de crímenes.
Así, han ocurrido pérdidas sin explicación que han dejado familias rotas y localidades conmocionadas. Una de las muertes más evitables se produjo en Calpe en abril. La discusión por los límites de un muro en una urbanización de chalets de lujo terminó con el fatal desenlace de dos cadáveres. Un hombre francés decidió terminar el desencuentro pegándole un tiro a su vecino para después suicidarse.