Uno de los botellones más multitudinarios de los últimos meses ha tenido lugar en el momento en el que entraba en vigor este martes el nuevo marco sancionador que eleva a infracción grave en la Comunidad Valenciana el consumo de alcohol en grupo, en un intento del Consell de frenar la curva de contagios entre los jóvenes.
En la madrugada del lunes, varias dotaciones de la Policía Nacional de Alicante se presentaron en la playa del Postiguet, situada en plena ciudad de la capital de provincia. Allí, hasta 140 jóvenes, según los agentes, se encontraban consumiendo bebidas alcohólicas, sin llevar mascarilla y sin guardar distancia de seguridad entre ellos.
Ante la gran aglomeración, la Policía Nacional se empleó a fondo para desalojar el macrobotellón. Logró, después de que muchos de los participantes se intentaran dar a la fuga, conscientes de que estaban acometiendo una actividad ilegal, retener a unos 20, aseguran en un comunicado.
"Dada la eficaz y coordinada actuación entre las dotaciones actuantes, se consiguió contener a gran parte de ellos que fueron sancionados por diversos motivos relacionados con el incumplimiento de la normativa de prevención contra la Covid-19, así como otras por el consumo de bebidas alcohólicas en grupo en vía pública y desobediencia leve, computándose más de una veintena de actas levantadas en el lugar".
Preguntada tanto a la Policía Nacional como a la Subdelegación del Gobierno de España, explican que todos ellos han sido propuestos para sanción y que ahora la subdelegación debe determinar en base a una baremación según el tipo delictivo, la sanción económica, que va desde los 601 a los 30.000 euros para participantes y de 30.000 a 60.000 euros para organizadores, que pueden alcanzar los 600.000 si son acumulativas.
Concienciar y persuadir
La Policía Nacional, en aras de concienciar a la ciudadanía más joven en la lucha contra los nuevos brotes y evitar concentraciones de personas en espacios de concurrencia pública, ha intensificado su labor de prevención y actuación, fundamentalmente en las zonas susceptibles de congregar una mayor afluencia de jóvenes, fuera de las zonas de ocio habituales de la ciudad, donde se viene observando un reincidente y peligroso incumplimiento de las medidas que previenen la transmisión comunitaria. De hecho, este medio ya contaba este lunes cómo habían aumentado los botellones tras el cierre nocturno.
"Se recuerda que la interacción social en espacios públicos en los que no se mantiene el distanciamiento entre personas que no pertenecen a grupos de convivencia supone un alto riesgo de contagio, esto, sumado al consumo de bebidas alcohólicas que produce en las personas una depresión del pensamiento, el entendimiento y el juicio y, como consecuencia, la inhibición del sentimiento de responsabilidad ante la pandemia que nos afecta, lo que obliga a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a actuar con contundencia ante la inobservancia de la normativa vigente, con el fin de proteger al total de la ciudadanía", concluye la Policía Nacional.