La concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante informa que los Bomberos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento acudieron en la pasada tarde de este lunes a realizar un peculiar rescate y salvamento de un loro guacamayo, que encontraba encaramado en el borde de una cornisa, de un edificio situado en la calle Bilbao, tras escaparse de la vivienda de su dueño.
Según fuentes del SPEIS, la Policía Local recibió el aviso de una particular sobre las 17,40 horas en la que se alertaba que un ave se encontraba en la parte superior de un edificio, y era necesario que los cuerpos de emergencias acudieran para poder rescatarlo al estar en la cornisa, desplazándose una patrulla policial, que a su llegada comprobó que era un lugar de difícil acceso, y requirieron la presencia de los bomberos.
Los efectivos del SPEIS trasladaron dos dotaciones con seis bomberos, y desplegaron el vehículo autoescalera para poder realizar el salvamento rápido, evitando que saliera volando el loro, para ello subieron a su dueño a la cesta junto con un efectivo de bombero, y accedieron hasta la cornisa utilizando una red de rescate para atraparlo de forma segura.
La peculiar intervención, que duró más de media hora, fue seguida ante la expectación de los ciudadanos con final feliz, ya que los bomberos lograron rescatar al loro guacamayo, y así poder devolvérselo a su dueño que se hizo cargo del mismo.
Poni perdido
Los agentes se trasladaron hasta el lugar y encontraron al animal en la avenida del Padre Ángel Escapa. La policía logró tranquilizarlo y comprobar que se encontraba sano. El siguiente cometido, no menos sencillo, fue el de intentar localizar en la zona a los dueños de esta raza de caballo, sin éxito. Al final, la Policía Municipal optó por entregarlo a una protectora de animales.
Corderos vivos
Asimismo, hace una semana, la Policía Local de Elche detectó e impidió la venta ilegal de una decena de corderos vivos en una explotación ganadera de la ciudad. La operación fue llevada a cabo por los miembros de la unidad de Urbanidad y Medio Ambiente (UMA), con la colaboración de la concejalía de Sanidad y Bienestar Animal, mientras realizaban una inspección de los rediles del término municipal.
La venta a particulares en este tipo de explotaciones ganaderas debe contar con las respectivas autorizaciones y concesiones administrativas sanitarias, las cuales certifican que el producto que se pone a la venta cumple con todas las medidas higiénicas sanitarias legales. El responsable de la instalación fue denunciado por infracciones graves, oscilando la posible cuantía de la multa entre 3.001 y 60.000 euros.