Alicante

Playa de San Juan, en Alicante, es una de las zonas más conocidas y visitadas de la ciudad. Su oferta de ocio atrae cada día de verano a miles de personas, que este año tienen que lidiar con las restricciones propias de la situación sanitaria.

En general es una zona tranquila para vivir, pero la asociación de vecinos de la zona lleva meses denunciando que una parte de la avenida de Países Escandinavos que "está fuera de control". Y ni siquiera medidas como el toque de queda han corregido la situación. 

Se trata del tramo que va desde la avenida Santander hasta la de Costa Blanca, en la que hay unos pubs donde "gente muy joven" se reúne a "beber y armar bronca cada noche", según denuncian a EL ESPAÑOL los residentes. Esta degradación ha sido paulatina, y no se ha conseguido atajar pese a las escenas que no dejan de sucederse cada fin de semana, según denuncia el presidente de la asociación, José Caracena. 

"Es imposible pasar por la calle. Tenemos que ir todos los días por la calzada, y con miedo a peleas, que son muy habituales", dice. Hace un par de semanas, por ejemplo, hubo una bronca en la que empezaron a tirarse mesas. "No eran ni las diez de la noche", apunta. También apareció una chica tirada en el suelo "que no se movía, y tuvo que venir una ambulancia para llevársela al hospital".

Pelea hace unos meses, con sangre en el suelo.

Alicante es una de las ciudades que tiene impuesto un toque de queda de 1 a 6 de la madrugada, algo que se prolongará hasta el 6 de septiembre. En ese horario está prohibido salir a la calle, y mucho menos organizar cualquier tipo de actividad.

El consumo de alcohol en la vía pública estaba prohibido antes de la pandemia, pero no ha sido hasta hace apenas un mes que la Generalitat ha reformado el régimen sancionador para tratar de cortar estas prácticas en plena quinta ola de contagios.

Nada de esto ha hecho efecto. "Hay toque de queda, pero la sensación que da es que esto no va con ellos", explica el líder vecinal. Las llamadas a los agentes de la Policía Local son constantes, pero el problema sigue ahí.

Los vecinos inistenen que no se trata de un problema con el ocio nocturno, "por que hay muchos locales con los que no hay ningún problema", sino con esta zona concreta que parece "que está al margen de la Ley". "Un día va a pasar algo grave. Y no será porque no lo hemos denunciado", concluye.

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