El PSOE de Alicante que encabeza Francisco Sanguino de la mano del peón de Ángel Franco, Miguel Millana, se quedó ayer sin argumentos en defensa de su posición en la ciudad. Dos días después de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ningunease Alicante anunciando que el prometido Centro de Estudio del Envejecimiento se ubicará en Elche, los socialistas alicantinos arremetieron contra el bipartito PP-Cs por abrir una línea de ayudas de un millón de euros a las Fiestas.
El PSOE alicantino lleva dos meses intentado levantar cabeza tras dos años de mutismo y luchas internas por el control del grupo municipal. Pero anuncios como los de Puig les dejan continuamente fuera de juego. De ahí sus improvisadas declaraciones para poder arremeter contra el alcalde Luis Barcala (PP) por contradecir las ocurrencias de Puig.
El tema no es baladí. Elche está gobernada por el socialista Carlos González y Alicante por el bipartito PP-Cs. Por esa razón, tras el anuncio de Puig, su consellera Carolina Pascual, tuvo que emitir el martes un comunicado intentado matizar la posición del Consell.
Como ya informó este diario, Pascual aseguró que " "este espacio se sitúa a escasos metros de Alicante por lo que ambos municipios se pueden identificar con sus ventajas competitivas". Además, "está ubicado junto al Parque Empresarial de Elche, por lo que también las empresas se pueden nutrir de los beneficios".
La nota socialista
Tanto Millana como Sanguino además de calificar de "migajas" una subvención destinada a paliar los efectos producidos por las restrictivas medidas impuestas por Puig y su consellera Barceló durante la pandemia, llegaron a calificarlas de "un continuo parcheo". Obviaban así que las restricciones impuestas al Ocio y la Fiesta en los últimos meses en la Comunidad Valenciana han sido muy superiores a las de otros gobiernos autonómicos.
Todo ello, para pedir "negociar un fondo de 20 millones, como mínimo, sacado del remanente municipal (más de 70 millones) para ayudar a las pymes y micropymes". Una propuesta inalcanzable que les daba la oportunidad de acusar a Barcala de solo preocuparse en "atacar a las instituciones que son gobernadas por el PSOE".
"Es una manera de ayudar a las empresas y por ende a los trabajadores y trabajadoras que han sido duramente golpeados por la pandemia", añadieron. Golpeados por la pandemia, no por las restricciones impuestas por el Gobierno autonómico de Puig durante la pandemia.
No obstante, por lo menos en la misma nota otro concejal, Manuel Marín, reconoció la autoría de las restricciones, aunque en su análisis las ayudas "solo han intentado amedrentar a los empresarios del ocio nocturno para hacer todo el ruido posible contra las instituciones gobernadas por el PSOE".
Curiosamente Millana y Sanguino se reunieron ayer con la consellera Pascual, de la que depende el Centro del Estudio del Envejecimiento, y según la nota remitida no se abordó el tema de su ubicación en Elche. Se habló sólo de la brecha digital en la provincia.