Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alicante a dos personas por tener pendientes causas en distintos países sobre los que pesaban órdenes internacionales y europeas para su extradición. Durante el tiempo que habían logrado eludir la Justicia, habían estado afincadas en distintas localidades de la provincia donde se habían ocultado.
Por un lado, una mujer francesa de 47 años y su hijo menor de edad han sido detenidos en Alicante. Según fuentes de la Policía Nacional de la Comisaría Norte de la ciudad, sobre la progenitora pesaba una orden de búsqueda y captura por incumplimiento de una sentencia como autora del delito de sustracción de su hijo, al cual sacó sin permiso del centro de menores donde estaba ingresado, en Perpiñán, para posteriormente trasladarse ambos a España a vivir.
Las detenciones de "ambos", añaden estas fuentes, tuvieron lugar a principios del mes de nuevo, cuando fueron puestos a disposición de los juzgados de Instrucción de Guardia de Alicante por una causa derivada a la Audiencia Nacional, el organismo competente para la ejecución de la extradición de cada uno de ellos a los países reclamantes.
Por otro lado, la Policía Nacional ha detenido en un conocido hotel de la ciudad de Alicante a un fugitivo de la justicia albanesa condenado por robo con violencia en domicilio. Fue la Oficina Central Nacional de Interpol la que informó a la Comisaría alicantina de que una persona de Albania, de 32 años de edad, y reclamada por las autoridades judiciales de ese país, estaba alojado en dicho hotel.
Según versaba la orden de detención internacional, este individuo era buscado por haber perpetrado un robo con violencia en una casa donde se presentó armado y robó a las víctimas usando la violencia, obteniendo un botín de 10.000 euros en efectivo, entre otros efectos. Por este motivo, agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Policía Nacional, se personaron en el establecimiento hotelero, donde localizaron al fugitivo en su habitación a quien detuvieron tras identificarle plenamente.
Según explica la Policía, existen grupos especializados que se encargan de la localización y detención de estos fugitivos que se establecen en España para evadirse de la justicia de los países donde han perpetrado sus delitos. "Deben ser agentes altamente cualificados en tales funciones puesto que, estos fugitivos, suelen tomar fuertes medidas de autoprotección en su rutina diaria a pesar de llevar una aparente vida normal en nuestra sociedad, sumado a que alguno de ellos son individuos peligrosos", advierten en un comunicado.