Alicante (undécima ciudad española en habitantes) es la única de las capitales de la Comunidad Valenciana con un Gobierno de centro-derecha, el del popular Luis Barcala. Un cargo reforzado por la Diputación provincial, también en manos de PP y Cs, dirigida por Carlos Mazón, el futuro rival del socialista Ximo Puig en las elecciones autonómicas.

Además, el PSOE es prácticamente invisible en la ciudad por la debilidad de su grupo municipal, dirigido por un 'outsider' del PSOE como el dramaturgo Francisco Sanguino, que ha permanecido en la sobra todo lo que va de mandato mientras los diferentes sectores del partido luchan por la hegemonía orgánica. 

En este contexto, la decisión de situar al exdirigente socialista Andrés Perelló como director del organismo diplomático Casa Mediterráneo (con sede en la ciudad), como adelantó el miércoles EL ESPAÑOL, revela una estrategia que va más allá de la "puerta giratoria", como fue el caso de Irene Lozano en Casa Árabe.

El valenciano Perelló se hallaba huérfano de responsabilidades desde que el pasado verano tuvo que dejar el cargo de "embajador delegado permanente de España ante la UNESCO". Un sillón que ocupaba desde verano de 2018 y que Pedro Sánchez reservó para el exministro José Manuel Rodríguez Uribes, tras su destitución en Exteriores.

Altavoz y sede

Así que con el nombramiento del socialista para una de las seis casas de la diplomacia española, tanto Puig como Sánchez logran un altavoz en la ciudad y la provincia, ya que la casa también tiene programación en el resto del territorio. Juan Andrés Perelló ha ocupado todo tipo de cargos orgánicos e institucionales y tiene experiencia y una voz autorizada para contrarrestar cualquier mensaje del centro-derecha.

Actualmente la casa tiene una programación muy extensa, cultural y diplomática, por lo que además de un portavoz el PSOE consigue el control de una sede en la que organizar actos sin tener que contar con el Ayuntamiento ni la Diputación.

De hecho, la Generalitat Valenciana anunció el jueves oficialmente que acogerá el acto del Día de la Constitución en esta sede, dejando el Teatro Principal que es donde se había celebrado desde el año 2017. Este acto coincidirá con la puesta de largo de Perelló como nuevo director. Una decisión que desde la Generalitat se considera que es "poner en valor" la institución diplomática.

Las críticas del PP no se han hecho esperar ya que a excepción de Lozano en Casa Árabe, y José Segura en Casa África, el resto de directores de casas son diplomáticos de carrera como lo era en Alicante Javier Hergueta, el que dejó el cargo vacante.

Enrique Ojeda Vila, en Casa América embajador de España en Chile, tiene tras de sí 27 años de carrera diplomática. Javier Parrondo, de Casa Asia, ingresó en la carrera diplomática en el 2004. Y Miguel de Lucas, en Casa Sefarad, ha trabajado 9 años en distintas embajadas.

Sea como fuere, Casa Mediterráneo sigue careciendo de la financiación necesaria para que el proyecto se consolide y su sede lleva años sin terminarse y adecuarse. Entre otras cosas le falta una pared, que hace de la antigua estación de trenes, un espacio semiabierto no apto en algunas épocas del año por el calor o el frío que hace en su interior. Algo de lo que frecuentemente se quejaban sus anteriores directores.