Tres hombres y dos mujeres han sido detenidos en la zona norte de Alicante ciudad por un presunto delito contra la salud pública en la zona norte de la ciudad por tráfico de drogas. El dispositivo, realizado por la Policía Nacional, ha acabado con la desactivación "de un importante" punto de negro de droga, conocido como el "supermercados de la droga", donde se vendía en pequeñas cantidades sustancias estupefacientes las 24 horas del día.
Antes de las cinco detenciones, se practicaron simultáneamente la entrada y registro en cuatro domicilios tras la autorización judicial. En ellos se hallaron más de cuatro kilogramos de hachís, cocaína y cinco kilogramos de marihuana dispuestas en dosis para vender. Se intervinieron tres vehículos, dos de ellos de alta gama, supuestamente adquiridos con los beneficios de la actividad ilícita y tres armas simuladas, una carabina y dos pistolas.
El "supermercado" era regentado por un conocido clan asentado en la ciudad con funciones muy diferenciadas. Del desarrollo del dispositivo se encargó el Grupo de Investigación de la Comisaría de Distrito Norte, en colaboración con el Grupo Operativo de respuesta de la misma Comisaría.
El modus operandi
El clan utilizaba "pisos de seguridad" para guardar sustancias estupefacientes, así como plantaciones de interior o indoor de marihuana. Estos pisos eran, propiedad de entidades bancarias o de fondos de inversión, habían sido ocupados.
La actividad delictiva consistía en la venta de estupefacientes, mayormente cocaína y heroína. La venta se realizaba directamente por uno de los detenidos, y en ocasiones era asistido en esas funciones por otros dos.
Otro de los integrantes realizaba labores de vigilancia y filtro de compradores en las inmediaciones de las viviendas. En los pisos donde guardaban y producían la sustancia estupefaciente habían instalado puertas blindadas en todos ellos.
Por último, el quinto integrante se ubicaba en las inmediaciones, habitualmente en las terrazas de los bares, con objeto de establecer contacto telefónico con los anteriores si detectaba la presencia policial.
Un puerta reforzada
Para llevar a cabo la distribución habían establecido una serie de medidas defensivas en las viviendas, consistentes en una puerta reforzada de apertura contraria a la habitual con objeto de dificultar enormemente su franqueo en las operaciones policiales.
La elección de los pisos ocupados por parte de los detenidos se hizo de manera que la distribución arquitectónica del entorno facilitaba el ilícito penal del tráfico de drogas, haciendo el punto negro de muy fácil contravigilancia para el clan, es decir, detectar la presencia policial con facilidad.
Según la Policía, "esta operación ha contribuido a restituir la seguridad en el barrio donde, en este último año, el menudeo de droga y los delitos conexos a esta actividad se habían visto incrementados".
Por ello, el cuerpo recuerda que la colaboración ciudadana es fundamental en estos casos, "se tiene muy en cuenta tanto las quejas específicas de las asociaciones vecinales, así como las delaciones anónimas, junto con las fuentes humanas o confidentes".
Los detenidos, de nacionalidad española y de entre 19 y 61 años de edad, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de la misma localidad.